Cientos de personas se manifestaron ayer en Uagadugu, capital de Burkina Faso, para exigir«verdad y justicia» para Thomas Sankara, el padre de la revolución burkinesa, en el 30 aniversario de su muerte junto a 12 compañeros durante el golpe de Estado que llevó al poder a Blaise Compaoré.

Denunciaron la «impunidad» de los responsables de su muerte y la «corrupción» de los estamentos judiciales, y reclamaron también la apertu- ra de una investigación judicial en el Estado francés para fijar las responsabilidades galas.

Sankara y sus compañeros fueron ejecutados en sus oficinas y fueron enterrados en secreto en el cementerio de Dagnoën. Varios cuerpos fueron exhumados a finales de mayo de 2015 para ser sometidos a una prueba de ADN, pero los análisis no confirmaron las identidades.