La exigencia del independentismo para que las instituciones catalanas proclamen la República y la reacción a las medidas represivas del Estado español marcarán el nuevo ciclo de movilización que se inicia desde ya en Catalunya. Una nueva fase en la que las formas también tendrán un gran componente de innovación.

A última hora de ayer Òmnium Cultural dio cuenta de la «acción directa número 1». Proponen a la ciudadanía que retire efectivo de los cinco principales bancos, y en el caso de Caixabank y Banc Sabadell sugieren a sus clientes que muestren su desacuerdo con la decisión de trasladar su sede social fuera de Catalunya. «Nosotros ofrecemos diálogo y el Estado español responde con el encarcelamiento de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart», concluía la convocatoria. La nueva iniciativa vino precedida por un vídeo (se puede ver en NAIZ) en el que se mostraba como ejemplo a las hormigas y se ponía en valor el potencial de actuar todos juntos. «Te dirán que no puedes, que eres insignificante, pero recuerda: no estás solo, somos muchos y juntos lo podemos todo».

La convocatoria pretende denunciar el encarcelamiento de los presidentes de ANC y Òmnium y es la primera de las englobadas en la nueva dinámica de «acción directa pacífica». Tanto la ANC como Òmnium anunciaron esta semana la necesidad de redoblar esfuerzos en la calle y esta misma semana se ha presentado la iniciativa En Peu de Pau (En pie de paz) para coordinar las protestas e incidir en la utilización exclusiva de vías pacíficas y de desobediencia civil.

La cita principal contra la represión será este sábado a convocatoria de la Taula per la Democràcia, integrada por más de un centenar de entidades de todo tipo. Sus participantes presentaron ayer de manera formal la protesta. El vicepresidente de la ANC, Agusti Alcoberro, destacó el carácter plural de la marcha, «no es una manifestación de quienes tienen una determinada opción política, es en defensa de los derechos y libertades», destacó. En el mismo sentido se expresó el secretario general de UGT en Catalunya, Camil Ros, que solicitó para el sábado «dejar las ideas políticas en casa» al considerar que «los ‘Jordis’ se manifestaban para defender derechos».

La CUP también llama a participar en la marcha de mañana pero mantiene, a la vez, un calendario propio de movilizaciones. Ayer protagonizó una protesta ante la delegación del Gobierno español en Barcelona. Además, la Esquerra Independentista anunció la víspera el inicio de una campaña bajo el lema «República Ara!» para reclamar al Govern que declare la independencia.

Nueva campaña estudiantil

En la misma línea dieron el pistoletazo de salida a una nueva dinámica movilizadora desde la plataforma Universitats per la República (UxR). En un acto en el que intervinieron profesores universitarios, periodistas y representantes de entidades soberanistas, los estudiantes reivindicaron que «el pueblo ya ha votado» y que «ahora toca República».

Marta Rosique, portavoz estudiantil, denunció la actitud española señalando que «su diálogo es meter a la gente en prisión, el nuestro meter papeletas en las urnas, papeletas que han decidido independencia». Jordi Vives, también de UxR, censuró que el Estado «quiere que tengamos miedo» a lo que respondió que «el único temor que tenemos es que no cambie nada».

Iniciativa, innovación y movilización han sido tres ingredientes fundamentales para llevar a Catalunya al estadio actual. Alcoberro (ANC), que también participó en el acto estudiantil, destacó ayer que «estamos a un paso inevitable de la victoria» y que «es muy importante porque nosotros lo sabemos, pero porque también ellos lo saben».

Elisenda Paluzie, profesora de Teoría Económica en la Universitat de Barcelona, destacó en ese mismo acto que se dice de los catalanes que «no sabemos ganar», que «sabemos hacer primaveras pero no veranos» e interpeló a los presentes a rebatir ese dicho y a rematar el recorrido ya transitado: «Es momento de convertir la primera en verano».