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Bangladesh registra 18.624 niños rohinyás huérfanos, el triple de lo previsto

De los casi 600.000 refugiados rohinyás que han llegado a Bangladesh desde el mes de agosto, el 58% son menores de edad y al menos 18.624 han perdido a ambos progenitores o no saben dónde están.

Bangladesh ha identificado 18.624 niños refugiados rohinyás huérfanos, el triple de lo previsto inicialmente, y ha empezado a construir un campamento independiente para ellos, confirmó a Efe la supervisora del listado y miembro de los servicios sociales del país, Seyda Ferdous Akter.

«Hasta este viernes hemos encontrado 18.624 rohinyás que han perdido a ambos progenitores, solo la madre o el padre o que no saben dónde están», explicó. Aquellos que hayan perdido a ambos padres serán realojados en un campamento separado de 200 acres (0.8 kilómetros cuadrados) en Cox´s Bazar cuya planificación ya ha comenzado.

Las autoridades del país asiático comenzaron a identificar a los menores huérfanos el pasado 20 de setiembre. Entonces el ministro de Asuntos Sociales bengalí, Nuruzzamn Ahmed, estimó que 6.000 niños se encontraban en esta situación.

La mayoría de estos menores están traumatizados por la muerte de sus progenitores y por las terribles situaciones que han presenciado en su huida de Myanmar. «Como cualquier otro refugiado, estos niños también han sido expuestos a niveles elevados de violencia como abusos sexuales, explotación infantil y matrimonios infantiles y el riesgo de que caigan víctimas de traficantes es elevado», advirtió el portavoz de Unicef en Bangladesh, Sakil Faizullah.

La organización de la ONU para la protección de la infancia acaba de presentar el informe «Parias y desesperados: niños refugiados rohinyás frente a un peligroso futuro». Su autor, Simon Ingram, describió una situación «desesperada, de miseria y sufrimiento indescriptible. Es el infierno en la tierra, así es como lo describiría yo». «No entrevisté a un solo niño que no me contara relatos horrendos de violaciones, personas degolladas, bombardeos y quema de casas antes de partir y de disparos de francotiradores durante la huida».

En el informe se incluyen varios dibujos de niños con soldados uniformados matando a personas y helicópteros disparando desde el cielo indiscriminadamente.

Ingram destacó que se sabe muy poco de lo que ocurre en Rakain, dado que las agencias humanitarias no han podido entrar en la región desde agosto. La mayoría de refugiados llegan «desnutridos pues la represión también incluyó la quema de los almacenes de comida y la destrucción de las cosechas». Según datos de Unicef, uno de cada cinco niños menores de cinco años sufre desnutrición aguda y unos 14.500 padecen malnutrición severa aguda. Advirtió del riesgo de infecciones debido a la falta de agua potable y nulo saneamiento en los campamentos.