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El eurófobo «Trump checo» vence en las elecciones legislativas

La eurofobia y el discurso antiinmigración han sido los puntos comunes de varios de los partidos en liza en las elecciones en la República Checa, en los que el venció con claridad el movimiento populista ANO del millonario Andrej Babis, calificado como «el Trump checo». El otro hecho relevante fue el avance espectacular del partido de ultraderecha SPD, aún más extremo en sus posturas antiinmigración, y la debacle socialdemócrata.

El movimiento ANO, con una campaña centrada en la lucha contra la corrupción, contra la acogida a migrantes y contra la zona euro, obtuvo 31,69% de los votos en las elecciones en la República Checa, lo que le daría unos 78 escaños en la Cámara baja sobre un total de 200.

El resultado da varias opciones de coalición a su líder, Andrej Babis, pero no lo tendrá fácil ya que varios grupos supeditaron su participación a la renuncia del fundador y carismático dirigente del ANO a ser primer ministro. Una condición que el líder populista no tiene ninguna intención de aceptar.

De los nueve partidos representados, el ODS (derecha euroescéptica-25 escaños), y el KDU-CSL (democristiano-10 escaños), ya han anunciado que no negociarán con Babis.

El Partido Pirata también consiguió un buen resultado con el 10,8% (22 escaños), mientras el socialdemócrata CSSD del jefe de gobierno saliente, Bohuslav Sobotka, registró una brutal caída y fue sexto con 7,3% de votos.

Sobotka expresó su inquietud sobre las relaciones con la UE y de la OTAN, «si se refuerzan esos extremistas que buscarán sacarnos de esas estructuras que garantizan nuestra seguridad, nuestra estabilidad y nuestra prosperidad».

Por su parte, Babis insistió en que «no estamos contra Europa» y «no somos una amenaza para la democracia», pero el euroescepticismo, con distintos grados, fue el denominador común de varios partidos. El que va más lejos es el partido de extrema derecha SPD del checo-japonés Tomio Okamura, firme opositor a la integración europea y la inmigración, (10,6%-22 escaños). Babis, fundador del gigante agroalimentario, químico y mediático Agrofert, hizo campaña sobre la lucha contra la corrupción, a pesar de estar él mismo inculpado por supuesto fraude en subvenciones europeas, y prometió a los checos «una nueva etapa» y una atención mayor «a los verdaderos problemas de la gente». La víspera de los comicios reiteró su oposición a la acogida de migrantes y a la zona euro, aunque no defendió una salida de la UE, en la que su país ingresó en 2004 sin ceder su moneda nacional, la corona. A pesar de la buena salud de la economía checa, hay grupos sociales relativamente desfavorecidos y fuertemente endeudados, que acusan a las elites políticas tradicionales de ser responsables de su situación. Muchos de ellos apoyan a Babis.

 

Consultas para reclamar más autonomía en Lombardía y Venecia

Lombardía y Venecia celebran hoy sendos referéndums para reclamar mayor autonomía, convocados por los respectivos presidentes, el lombardo Roberto Maroni y el veneciano Luca Zaia, ambos de la ultraderechista Liga Norte. En caso de victoria quieren negociar con Roma más competencias en infraestructuras, salud o educación, pero también poderes ahora reservados al Estado en seguridad o inmigración, que necesitarían modificar la Constitución. Ambas figuran entre las regiones más ricas de Italia y aportan un 30% del PIB italiano. El saldo fiscal y su menor endeudamiento son los argumentos de los gobiernos regionales para reclamar una compensación, un debate que se desarrolla en la tradicional fractura norte-sur, y con el mensaje de Roma como poder corrupto y centralizador.

Los sondeos dan una importante ventaja al «si», pero la participación será clave. En Venecia debe pasar del 50% para que el referéndum sea valido y en Lombardía no hay mínimo pero si es inferior al 40% la cuestión puede perder fuerza. Forza Italia, el Movimiento 5 Estrellas, sindicatos y patronales apoyan el referéndum; el Partido Comunista pide la abstención y el gobernante Partido Demócrata no ha dado ninguna consigna, si bien algunos electos votarán «sí». Los convocantes subrayan que la consulta se desarrolla en el «marco de la unidad nacional» y se desmarcan de cualquier paralelismo con Catalunya.GARA