GARA
JERUSALÉN

Denuncian el abuso sistemático contra menores palestinos detenidos

B´Tselem y el Centro Hamoked han denunciado en un nuevo informe la sistemática vulneración de derechos que sufren los menores palestinos detenidos por Israel en Jerusalén Este. En un clima de total desamparo, son forzados a firmar confesiones incriminatorias.

B´Tselem y el Centro Hamoked han denunciado en el informe «Desprotegidos: La detención de palestinos adolescentes de Jerusalén Este» la vulneración sistemática de derechos que sufren los menores palestinos durante su detención. Desde mayo de 2015 a octubre de 2016 recogieron 60 testimonios en los que el patrón se repite.

«Son sacados de su casa en medio de la noche y esposados innecesariamente. Nadie les hace saber cuáles son sus derechos; ni siquiera les comunican el motivo de su detención. Esperan a que estén cansados y rotos para comenzar las sesiones de interrogatorio, que se suelen prolongar durante horas sin posibilidad de hablar con un abogado, sus padres o una personas de confianza. En esas duras condiciones permanecen retenidos durante días o semanas, incluso cuando su interrogatorio ha concluido, y en algunos casos éste va acompañado de amenazas, maltrato verbal y físico», subrayan ambas organizaciones.

Muchos de los menores detenidos son forzados a firmar confesiones involuntarias, en ocasiones falsas o escritas en un idioma que no comprenden.

Aunque las leyes israelíes prohíben los interrogatorios nocturnos, la cuarta parte de los entrevistados afirmaron que fueron interrogados por la noche. Es más, el 91% fueron arrestados mientras dormían en casa. Y aunque la ley reconoce el derecho a que uno de los padres esté presente en el interrogatorio, esto no ocurre», destacan.

El 70% fue interrogado en una o dos ocasiones; el 25% denunció haber sufrido algún tipo de violencia física; el 55% fue objeto de gritos, amenazas y abusos verbales; al 23% se le impidió ir al servicio, mientras que a un 26% le negaron el agua o la comida. Al 42% de los adolescentes les permitieron comer por primera vez más de diez horas después de su detención.

«Para Israel son parte de una población que tacha de hostil. Esta política conlleva la aplicación en su contra de medidas extremas que jamás serían aplicadas a otros segmentos de la sociedad. El sistema judicial israelí está a un lado de la barrera y los palestinos en la otra: los agentes policiales, los funcionarios de prisión, fiscales y jueces son siempre israelíes y son ellos quienes arrestan, interrogan, juzgan y encarcelan a adolescentes palestinos, a quienes Israel considera enemigos que atentan contra los intereses de la sociedad israelí», concluyen en este contundente informe.