Los equipos de rescate de Gaza hallaron ayer otros dos cadáveres en el túnel bombardeado el lunes por Israel, con lo que las víctimas son ya nueve muertos y diez heridos, mientras que otras tres personas seguían desaparecidas.

Ayer se llevaron a cabo los funerales de los siete fallecidos localizados el lunes, cinco de ellos milicianos de las Brigadas al Quds, brazo armado de la Yihad Islámica, y dos de las Brigadas de Ezzedin al-Qassam, de Hamas.

En este contexto de creciente tensión en Gaza, el jefe político de Hamas, Ismail Haniyeh, pidió ayer contención en un discurso en el que aseguró que «la respuesta a la masacre del túnel es continuar con la unidad nacional». «Insto a apresurar y dar los pasos que lleven a la reconciliación interna para lograr la unidad», afirmó a cientos de participantes en el funeral, y pidió a la Autoridad Palestina (ANP) cesar toda la coordinación en materia de seguridad con Israel.

«Garantizo al liderazgo de la Yihad Islámica (que habrá) sangre por sangre, destrucción por destrucción», dijo Haniyeh, pero sugirió que esta reacción se dejará para más adelante porque ahora las facciones palestinas están volcadas en un proceso de reconciliación que quiere poner fin a diez años de división política.

El líder de Hamas aseguró que la réplica inmediata al ataque israelí es acelerar dichos esfuerzos de reconciliación, a la que Israel se opone.

El líder de la Yihad Islámica en Gaza, Mohamed al-Hindi, aseguró que «ahora no hay tregua con la ocupación sionista» y amenazó con «responder en las próximas horas».