Beñat ZALDUA
BARCELONA
PULSO ENTRE CATALUNYA Y ESPAñA

JxCat y ERC pactan abrir el debate constituyente y aparcan la vía unilateral

Las candidaturas de Puigdemont y Junqueras han acordado nueve puntos para el 21D, a los que intentarán sumar a la CUP. Tarea complicada, visto que Junts per Catalunya y ERC dejan de lado la implantación unilateral de la República declarada el 27 de octubre. El preacuerdo recoge también el rechazo al 155 y la libertad de los presos políticos.

«La República no se construye en dos días, pero tampoco se puede destruir a golpes de porra y barrotes: pervive como un sueño en nuestro interior, una idea indestructible de vivir y legar un trozo de tierra mucho mejor del que hemos recibido». Las palabras del president de la Generalitat, Carles Puigdemont, que ayer se negó a acatar el 155 y rechazó el sueldo de expresident, hizo las veces de envoltorio al preacuerdo alcanzado por su candidatura, Junts per Catalunya (JxCat), y ERC. Compartirán nueve puntos en los programas electorales del 21D.

El documento avanzado ayer por Nació Digital es un borrador, no tiene por qué ser el que las fuerzas independentistas acaben incorporando a sus candidaturas, pero recoge el elemento más significativo que hasta ahora solo había sido veladamente sugerido: la congelación de la vía unilateral para implementar la República. En el noveno y último punto del preacuerdo, las candidaturas de Puigdemont y Junqueras se fijan como objetivo «conseguir una negociación bilateral con el Estado español y al mismo tiempo con la Unión europea, a partir del cual, sin ninguna renuncia previa por parte del Parlament y el Govern, se haga posible el acceso de Catalunya a la plena independencia y la efectiva y pacífica articulación democrática a la República catalana».

Es decir, JxCat y ERC se inclinan por tratar de abrir una vía bilateral que, pese a su escaso recorrido previsible con el Estado, podría acercar posiciones con Catalunya en Comú, a quien los republicanos no paran de lanzar guiños en los últimos días, en especial Junqueras. Y es que los comuns ya han advertido que no habrá acuerdo posible si el independentismo sigue apostando por una vía unilateral a la que, por la vía de los hechos, el Govern ya había renunciado después de la declaración del 27 de octubre.

El acercamiento a los comuns, sin embargo, puede significar la ruptura de la unidad de acción con la CUP, cuya portavoz, Núria Gibert, defendió ayer la unilateralidad y pidió que entre los puntos consensuados se incluya el reconocimiento de la República. «La vía unilateral la ha decidido un Estado que no quiere ni hablar, pese a las múltiples propuestas sobre la mesa», consideró. Por la mañana, el exdiputado Albert Botran ya había advertido que consideran los nueve puntos publicados como «un simple punto de partida». Las negociaciones para incluir a la CUP en el acuerdo y lograr una mínima unidad de acción independentista en la campaña no han hecho, por tanto, mas que empezar.

Debate constituyente

Otro punto novedoso del acuerdo, en el que la CUP pidió mayor concreción, es el octavo. En él se habla de «impulsar un gran acuerdo de país que, con voluntad democrática y vocación constituyente, ensanche todavía más por medio de instrumentos de toma de decisión y debate participativo la amplia mayoría ciudadana partidaria de que Catalunya pueda ejercer libremente el derecho a la autodeterminación». Es decir, retomar el debate sobre las puertas que podría abrir la independencia, con el objetivo de ampliar la base soberanista.

El resto de puntos son más o menos los esperados, tal y como reconoció Gibert, que anunció que la CUP no les pone ninguna pega. Van desde el rechazo a la aplicación del 155 y la libertad inmediata de los presos políticos, a la defensa del modelo educativo catalán y el fin de la campaña española contra la economía catalana.

Lamela avala que el Supremo asuma todas las causas catalanas

Tal y como estaba anunciado, y en contra del criterio de la Fiscalía, la juez de la Audiencia Nacional española Carmen Lamela, responsable del envío a prisión de los Jordis y de ocho consellers del Govern, aceptó ayer que las causas relacionadas con el proceso catalán sean agrupadas en un solo sumario. Algo que, ahora mismo, solo podría darse en el Tribunal Supremo, cuyo juez Pablo Llarena ya lleva los casos de la Mesa del Parlament. Por cierto, con criterios algo diferentes a los de Lamela.

Ahora Llarena debe decidir si asume o no las causas, algo que podría ocurrir entre finales de esta semana y principios de la siguiente. Si así ocurre, las defensas de los encarcelados pedirían declarar de nuevo ante el juez en los primeros días de diciembre, con el objetivo de que la orden de prisión preventiva sea revisada.B.Z.