El pacto fiscal acordado entre PNV, PSE y PP, que dará pie a su vez a la aprobación de los presupuestos de la CAV el 22 de diciembre, supone un «giro a la derecha» muy preocupante. Así lo denunciaron ayer EH Bildu y Elkarrekin Podemos, dos grupos que han enmendado la totalidad de las cuentas.

«Asistimos a un retroceso importante de la voluntad de los gobiernos a la hora de asumir un papel activo en la prestación de servicios a la ciudadanía. Hay una inhibición consciente y asunción de que habrá menos recursos. El Gobierno Vasco tienen menos dinero para servicios, y frente a ello en vez de aumentar la recaudación, tenemos una involución fiscal que beneficia a las elites y a los empresarios», señalóel parlamentario soberanista Iker Casanova, que acusó a Lakua de confundir «estabilidad con conformismo».

En el mismo sentido se pronunció Tinixara Guanche, de Elkarrekin Podemos, que insistió en que «no solo hay que mirar a la estabilidad, sino a los ingresos, que pueden poner en riesgo el futuro de la ciudadanía vasca». A su juicio, los cambios fiscales previstos en el acuerdo suscrito entre los dos partidos que forman el Ejecutivo autonómico y el PP «no atienden los intereses de la ciudadanía, sino de las grandes empresas», y permitirán que «quien más tiene siga llenando sus bolsillos». «Viene a apretar la soga de las clases populares», añadió.

Los dos parlamentarios realizaron estas declaraciones en los micrófonos de Radio Euskadi, en una tertulia en la que también participaron representantes de PNV, PSE y PP. Estos defendieron el pacto fiscal y censuraron la actitud de los grupos de izquierda. «Ni EH Bildu ni Podemos estaban dispuestos a negociar, decidieron cerrarse en banda y no quieren acuerdos», afirmó el parlamentario del PSE Eneko Andueza, que hizo hincapié en que las dos coaliciones «han jugado al ‘no’ permanente desde un principio». «Luego el PP ha decidido aprovechar su oportunidad y hemos llegado a un acuerdo», apuntó.

El acuerdo fiscal entre el Gobierno autonómico y el PP, que establece una bajada en el Impuesto de Sociedades del 28 al 24%, garantiza la abstención de la formación derechista española en los presupuestos, a cambio también de la inclusión de varias enmiendas por importe de 30 millones de euros. La formula se repite en el pacto presupuestario cerrado en Araba.

Críticas entre PNV y PP

Sin embargo, PNV, PSE y PP no han logrado un acuerdo en el Ayuntamiento de Gasteiz, cuyo pleno esta dividido en tres bloques de nueve ediles: los del PP, los que forman el Gobierno local y los que suman las fuerzas de izquierdas. La parlamentaria del PNV Josune Gorospe lamentó la falta de un acuerdo en la capital alavesa y acusó al PP de haber hecho de la ciudad un «campo de batalla política».

Según explicó, el alcalde «ha tenido claro que debía esforzarse en llegar a un acuerdo presupuestario, lo que pasa es que en este caso el PP ha querido hacer su espacio y no ha digerido que Urtaran sacó catorce votos», en alusión al apoyo que recibió el primer edil jeltzale en la sesión de investidura. EH Bildu, Podemos e Irabazi le votaron para impedir la reelección de Maroto.

Desde el PP, Carmelo Barrio indicó que si no se ha alcanzado un acuerdo presupuestario en Gasteiz ha sido por la «dejación de responsabilidad» del regidor. «Gorka Urtaran no ha tenido reflejos. Es una pena pero parece que la da pereza pactar», manifestó tras afirmar que el PP se ha «implicado» para dar «estabilidad». «Los presupuestos de Euskadi, de Álava, la renovación del Concierto y del Cupo, la reforma fiscal... el PP ha hecho un ejercicio de utilidad y estabilidad», destacó. En consecuencia, mañana el PP no apoyará la devolucion del presupuesto en el Parlamento. Falta saber que hará en el Consistorio de Gasteiz.