Mikel INSAUSTI
CRÍTICO CINEMATOGRÁFICO
CRíTICA: «Alaba zintzoa»

Comedia negra sobre la locura cotidiana más criminal

Gusten o no las películas del realizador Javier Rebollo y de la guionista Maria Eugenia Salaverri, todas ellas tienen en común un estilo urbano que retrata con trazo irónico grueso la locura cotidiana desatada a través del sexo y la violencia. En concreto «Alaba zintzoa» es en euskara lo que «Marujas asesinas» podía ser en castellano, con las lógicas diferencias culturales que acarrea rodar en Bilbo o en Madrid.

La protagonista esta vez no es un ama de casa adultera, sino una joven trabajadora de la limpieza a la que le ha tocado mantener a su familia en tiempos de crisis. Por lo tanto no va a cometer crímenes pasionales, sino de otra naturaleza bien diferente. La presión económica la empuja a una forma inhumana de pluriempleo, con lo que cualquier reacción irracional por suparte estaría más que justificada. Pero los autores de «Alaba zintzoa» no quieren simplificar tanto las cosas, e involucran al personaje central en un proceso mental más complejo y a la vez disparatado.

La evolución de Susana va desde esa normalidad tan sombría a un enloquecimiento explosivo, pasando por una degradación laboral y familiar. El consiguiente desarrollo narrativo abarca varios géneros a partir de una crónica policial, ya que el relato se inicia en comisaría a través de un interrogatorio con la confesión de los hechos recapitulados mediante un gran flash-back. Lo que sigue a continuación es un thriller sicológico en la tradición de Roman Polanski y «Repulsión», en cuanto retrato de unas obsesiones femeninas que van a más. El posterior descontrol entra de lleno ya en la comedia negra con psicópata asesina, a medias entre un costumbrismo granguiñolesco a lo Robert Aldrich y la violencia sangrienta a lo Tarantino.

Todo ello está muy bien en teoría, pero en la práctica la sucesión de situaciones absurdas sobreviene de un modo algo forzado, haciendo que el sinsentido general carezca de una lógica interna, la necesaria para no perder de vista el origen traumático de esta cadena de horrores.