Joseba ITURRIA
Vuelta 2014

Una participación de auténtico lujo

Nibali es el único gran especialista de grandes vueltas que no tomará la salida en Jerez de la Frontera, donde arranca la Vuelta con una contrarreloj por equipos de 12,6 kilómetros. San Miguel, entre los ocho finales en alto de una prueba con dos cronos individuales.

La Vuelta arranca esta tarde en Jerez de la Frontera con una crono por equipos de 12,6 kilómetros por un recorrido urbano y con una participación con la que sus organizadores no habrían podido ni soñar hace unos meses. Tomarán la salida los mejores corredores de grandes vueltas menos Vincenzo Nibali.

Lo decía Joaquim Rodríguez en su twitter: «Es más fácil decir los líderes de equipos que no van a estar en la Vuelta que los que van a participar». Hace unos meses ya se contaba con los corredores que disputaron el Giro. Participan Nairo Quintana, Rigoberto Urán y Fabio Aru, los tres corredores que ocuparon el podio, y otros tres que acabaron en el Top 10 como Wilco Kelderman, Cadel Evans y Ryder Hesjedal. Además tomarán la salida lo dos grandes favoritos del último Tour -Chris Froome y Alberto Contador-, el tercero y el cuarto -Thibaut Pinot y Alejandro Valverde-, otros dos Top 10 en París -Zubeldia y Ten Dam-, un aspirante al triunfo como Joaquim Rodríguez y el ganador de París Niza, Talansky.

Junto a ellos estarán corredores que pueden optar a una buena general como Jurgen Vandenbroeck, Niemiec, Dan Martin, Samuel Sánchez, Navarro, Barguil, Dani Moreno, Arredondo y Jungels. La duda está en saber cómo llegan porque muchos tomaron la salida en el Tour y por eso parten con ventaja los que han realizado una preparación desde hace meses para llegar a la Vuelta, como el es el caso de Nairo Quintana.

La relación de corredores importantes la completan sprinters como Degenkolb, Sagan, Bouhanni, Boonen, Matthews o Ciolek junto a los que acuden a preparar el Mundial como Tony Martin, Gilbert y Cancellara.

Lampre no deja salir a Horner

La novedad del día de ayer llegó con la decisión de Lampre de no alinear a Chris Horner, ganador de la última edición, por tener bajos niveles de cortisol.

El norteamericano, de 42 años, sufrió una bronquitis y los médicos le recetaron cortisona con una autorización de uso terapéutico de la UCI. Eso provocó un descenso en los niveles de cortisol del corredor por debajo de las normas aceptadas por los equipos que han formado el MPCC (Movimiento por un Ciclismo Creíble), entre los que se encuentra el Lampre Merida.

El corredor cumplía todos los requisitos establecidos por la UCI para poder participar y por eso la decisión del Lampre ha supuesto un duro golpe para el ganador de la última Vuelta, que llegaba tras ser segundo en el Tour de Utah: «Por supuesto que estoy triste por esta noticia. Estaba dispuesto a defender el título, la Vuelta era mi objetivo principal en la temporada, el equipo me contrató con el planteamiento de ser competitivos en esta carrera. La UCI me autorizó para seguir el tratamiento, pero mi equipo quiere seguir las normas de la MPCC y hay que aceptarlo», manifestaba resignado Chris Horner.

El Lampre sustituyó al corredor norteamericano por Valerio Conti y Damiano Cunego quedará como referencia principal del equipo. Todos los demás hombres fuertes que estaban previstos tomarán la salida, incluido Chris Froome, que se cayó el jueves mientras preparaba la crono por equipos con sus compañeros y trasmitía ayer que no se ve como un favorito.

La cronometrada arrancará esta tarde a las 19.04, con la salida del MTN-Qhubeka y a partir de ahí los 22 equipos tomarán la salida separados por cuatro minutos. El Caja Rural partirá a las 19.24 y el Movistar será el último en salir a las 20.28.

Entre los participantes habrá once vascos, seis de ellos en los dos equipos navarros. Gorka Izagirre, Erviti y Castroviejo correrán con Movistar y Pello Bilbao, Amets Txurruka y Javier Aramendia con Caja Rural. Mikel Landa, Romain Sicard, Koldo Fernández de Larrea, Mikel Nieve y Haimar Zubeldia completan la relación de vascos.

Un final en San Miguel de Aralar

El recorrido de la Vuelta sigue la línea habitual, con ocho finales en alto, uno de ellos en Euskal Herria el 3 de setiembre en San Miguel de Aralar con una ascensión de once kilómetros al 8% desde Uharte Arakil por una pista de cemento que hasta ahora no ha sido incluida en una prueba de profesionales. Antes de este puerto solo se sube Lizarraga en una etapa que sale de Iruñea.

Será el tercer final en alto de la carrera. El primero llegará en La Zubia en la sexta etapa, donde se marcarán las primeras diferencias. El segundo será en la novena de Valdelinares, en la décima habrá una crono individual de 34,7 kilómetros en Borja y al día siguiente se aborda la llegada a San Miguel de Aralar.

La carrera está llamada a clarificarse en los tres finales en alto seguidos en Asturias en La Camperona, Lagos de Covadonga y La Ferrapona, la más dura de la prueba porque en sus 160 kilómetros de recorrido tiene cuatro puertos de Primera que suman 3.280 metros de desnivel que se añadirán al desgaste de las dos etapas anteriores.

Para la última semana quedan dos finales en alto en Monte Castrove, de Segunda, y en el duro Ancares, 12,7 kilómetros al 8,7% de media, al que se llega tras subir antes el Alto de Folgueiras de Aigas, de Primera.

Si la montaña no deja todo sentenciado, la Vuelta tendrá un final diferente porque no acabará con una etapa en línea en Madrid, sino con una crono individual de 9,7 kilómetros en Santiago de Compostela.

Quintana no se ve como líder único del Movistar

Nairo Quintana señaló en su rueda de prensa de ayer que «somos dos líderes y vamos a luchar porque el triunfo se quede aquí. La carrera irá poniendo a cada uno en su lugar. Si Valverde va mejor, se le ayudará, y si es al revés, el equipo y él me ayudarán a mí. Lo importante es que gane Movistar. Somos compañeros y no rivales y ambos luchamos por lo mismo. A mí me da mucha confianza tener al lado a Alejandro y tener un equipo tan fuerte como el que tenemos. Llego bien, quizá no todo lo bien que me gustaría porque solo he corrido en Burgos desde el Giro y, aunque me dio confianza ganar, puede pasar factura al inicio no tener ese ritmo de competición».

En la misma línea, Chris Froome comentó que «será difícil cambiar ahora las perspectivas después de haber tenido como principal objetivo el Tour. Lo primero será coger buenas sensaciones y el ritmo de competición antes de la gran montaña». Añadió que ha llegado «corto de preparación por la caída del Tour y la posterior recuperación, que me ha dejado sin rodaje. No me veo aquí dentro de los principales favoritos, solamente quiero acabar una gran vuelta en este año». GARA