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La huida masiva de kurdos pone de relieve el papel de Turquía en la crisis

La huida masiva de kurdos a Kurdistán norte, bajo administración turca, por el avance del Estado Islámico en Siria, ha puesto de relieve el papel de Turquía en el conflicto, y las acusaciones hacia Ankara de pasividad, cuando no de complicidad, con los yihadistas en la guerra siria. Ya son más de 130.000 las personas desplazadas mientras jóvenes kurdos hacen el camino inverso para combatir contra el EI.

Más de 130.000 kurdos han pasado la frontera entre Siria y Turquía huyendo del avance del Estado Islámico (EI), que ha tomado decenas de localidades en torno a la ciudad de Kobani, la tercera ciudad kurda en Kurdistán occidental (Siria).

Su rápido avance de los últimos días fue frenado ayer por los combatientes kurdos, según las Unidades de Protección Popular (YPG). El EI se encontraba a una decena de kilómetros al este y al oeste de Kobani y a unos veinte kilómetros al sur.

Mientras la ciudad era asediada, continuó por tercer día consecutivo el flujo de refugiados. «En las mezquitas los imanes nos han advertido que podrían matar a todos los kurdos de siete a 77 años. Hemos cogido nuestras cosas y hemos dejado la ciudad inmediatamente», relata Sahab Basravi, uno de los refugiados

El viceprimer ministro turco, Numan Kurtulmus, afirmó que su número había sobrepasado los 130.000 y que su país «ha tomado todas las medidas necesaria en caso de que el flujo de desplazados continúe», ya que unas 450.000 personas viven en la región alrededor de Kobani. «La magnitud del desastre es peor que el de un desastre natural», agregó el ministro.

Pero la apertura de la frontera por parte de Ankara -eso sí, tres días después de que los kurdos se agolparan en ella-, no despeja las dudas sobre su ambigua actitud frente al EI. El diputado del prokurdo HDP Ibarhim Binici ha pasado tres días frente a las alambradas para facilitar el paso a los huidos. «Cuando los locos de Daesh (Acrónimo de Estado Islámico) salieron de Mosul para atacar Kobani, habría sido suficientes dos aviones para impedirles avanzar, pero no se hizo nada», lamenta. «Las autoridades turcas son en parte responsables de esta situación. Protegen a Daesh, que es una organi-zación terrorista. Ahora impiden a los jóvenes kurdos ir a Siria para defender su territorio».

Llamamiento del PKK

Numerosos jóvenes intentan hacer el camino contrario a los desplazados o vuelven tras acompañar a sus familias a buscar refugio para combatir al EI.

El PKK renovó ayer su llamamiento a todos los kurdos «del Norte, Sur y Este y en el extranjero» para que «acudan al frente con un espíritu de movilización». «Es necesario formar un Ejército: no hay otra solución», añadió. Pero las fuerzas de seguridad turcas se lo impiden y no han desbloqueado el paso fronterizo oficial de Mürsitpinar.

Ayer volvieron a producirse enfrentamientos entre cientos de militantes kurdos y la policía, que utilizó cañones de agua y gas lacrimógeno cerca de la ciudad fronteriza de Suruç. El domingo casi 10.000 personas se manifestaron en Estambul con pancartas con el lema «Estado Islámico asesino. AKP cómplice». Las críticas achacan a Ankara hacer la vista gorda, si no apoyar, a los yihadistas, dejándoles cruzar la frontera.

La propia oposición turca ha señalado que su política de fronteras abiertas durante la guerra civil en Siria ha facilitado que los yihadistas ganen poder durante meses. El diario «BirGün» denunciaba ayer mismo que un hospital clandestino en Gaziantep habría atendido hasta a 700 yihadistas, con la colaboración de las autoridades locales. Al igual que otros actores en el conflicto, incluidos los occidentales, Turquía vio en el EI una opción para acabar con el Gobierno sirio de Bashar al Assad. A la vez, rehusa cualquier apoyo a los kurdos, que llevan dos años planteando casi la única resistencia a los yihadistas, temiendo reforzar al PKK.

Por otro lado, hasta ahora había utilizado el secuestro de 46 ciudadanos turcos por parte del EI para evitar una implicación mayor en la coalición para intervenir en Irak. Tras la liberación de los rehenes, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, sugirió que «solo podíamos dar apoyo logístico y asistencia humanitaria. Lo que vamos a hacer ahora es ya asunto distinto».

El EI secuestra a un francés en Argelia tras llamar a «matar infieles»

Un grupo denominado Yund al-Jilafa, que se vinculó al Estado Islámico (EI), difundió un vídeo en el que muestra al francés Hervé Pierre Gourdel, secuestrado el domingo en la Cabilia argelina. El rehén asegura estar en manos de un grupo vinculado a Estado Islámico y pide al presidente francés salir de esta situación. Dos supuestos yihadistas encapuchados amenazan con ejecutarlo y dan un ultimátum de 24 horas al presidente francés, François Hollande, para que detenga la ofensiva de su país contra el Estado Islámico en Irak. Previamente, el EI había instado en una grabación difundida en internet a matar a los ciudadanos de los países que se han sumado a la alianza impulsada por EEUU contra los yihadistas. «Si puedes matar a un infiel estadounidense o europeo, especialmente al vengativo y sucio francés, o un australiano o un canadiense, o cualquiera de los infieles que libran la guerra (...) entonces confía en Dios y mátalo de cualquier manera», afirmó en el vídeo el portavoz del grupo, Abu Mohamed al Adnani. El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, aseguró que «Francia está preparada para responder a la amenaza», y que ni «tiene miedo» ni cederá «a la trampa de los terroristas». «El riesgo cero no existe, pero haremos todo lo posible por garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos», señaló.

Aun así, varios países occidentales han preparado en las últimas semanas un nuevo arsenal judicial, redadas y mayor vigilancia policial. El Ministerio de Exteriores ha pedido a una treintena de embajadas que inviten a sus nacionales en el extranjero a aumentar su alerta. GARA