Tres puntos de Champions y uno de inflexión

Ernesto Valverde no adelanta si habrá cambios de inicio en un encuentro vital para los leones por lo mucho que se juegan en lo clasificatorio y en lo anímico.

BATE BORISOV-ATHLETIC

En Francia, el topónimo Bérézima es sinónimo de desastre. Recuerda una de las fechas más cruentas de la historia francesa, cuando nada menos que 30.000 hombres de las tropas napoleónicas murieron en su intento de huída a través del río del mismo nombre en la ciudad, hoy bielorrusa, de Borisov. Esta noche el Athletic estrenará en competición europea el muy coqueto Borisov Arena, con capacidad para 13.000 espectadores, el 10% de la población total de la ciudad. Y lo hará con la firme convicción de que Bérézima no puede ser ningún desastre, ninguna huída hacia adelante, sino un punto de inflexión en la nefasta trayectoria de los últimos partidos. Un punto de inflexión en el juego y moral del grupo, y tres vitales puntos de Champions para mantener viva la ilusión de acceder a los octavos de final. Una victoria, por ligeramente solvente que fuera, serviría para inocular ese chute anímico que la plantilla y afición necesitan. Si este bálsamo ante el desconocido BATE llega en el momento oportuno para los hombres de Ernesto Valverde, se sabrá en cuestión de horas.

Un choque de estas características de manera inevitable redirige las miradas hacia el rival, con qué jugadores cuenta, qué tipo de juego practica, dónde radican sus puntos fuertes o débiles, cuál es su trayectoria. Lo que sucede es que más que en el contrario, la preocupación ahora mismo radica en el propio equipo rojiblanco. Txingurri se llevó ayer de expedición a casi todos sus efectivos, incluidos Toquero y el chaval Unai López -tras dos partidos sin siquiera ir convocado-, si bien dejó en casa por sorpresa a Borja Viguera, titular ante el Eibar.

Viguera, de titular a fuera

Parece lógico que el entrenador plantee algunos cambios, máxime tras la cercanía del exigente duelo ante los eibartarras y en vista al díficil compromiso ante el Madrid el domingo. De Marcos será uno de los que vuelva al once, quien sabe si Gurpegi deje su sitio a San José o Etxeita, quizá haya retoques en las bandas, donde Susaeta sigue sin carburar en este inicio de campaña. ¿Rotaciones mañana? «Esa respuesta la tendremos mañana», replicó Valverde desde Minsk, que sí avanzó tiene decidido quién ocupará la controvertida mediapunta del Athletic, a cada partido convertido en un problema de Estado.

Un examen muy lejos de Bilbo -con el incondicional ánimo de unos sesenta seguidores- al que se apunta el navarro Muniain, que tiene experiencia en marcar goles importantes en competición europeo y seguro le haría especial ilusión dejar su sello en la Champions. «Espero que el problema del gol se resuelva pronto y entremos en esa dinámica buena», confió el `19' rojiblanco ayer en sala de prensa. «El equipo está bien, con ganas de disputar el partido, no estamos atravesando un buen momento, pero no hay que alarmarse. Ahora toca cambiar de chip y centrarse en la Champions», ante un BATE del que no se fía por el 6-0 que se trajó en su visita a Oporto.

El BATE lo quiere poner difícil

Enfrente estará precisamente ese BATE Borisov, líder de su liga, pero que lleva tres partidos consecutivos empatados, el último este fin de semana dejando una decepcionante imagen. «Hoy no he podido reconocer mi equipo. Estábamos demasiado relajados y condenados a tener problemas. A pesar de que el partido ha comenzado tal y como queríamos, nos hemos puesto un gol por arriba en el marcador, hemos perdido la concentración permitiendo al oponente tomar la delantera. Nos clasificamos a la Champions League y nos relajamos en exceso», se quejó su técnico Aleksandr Yermakovich este fin de semana.

Los bielorrusos utilizan un sistema 4-3-3 con tendencia al 4-2-3-1, con Chernik en portería, línea inamovible de cuatro con Khagush, Polyakov, Filipenko y Mladenovic, un habitual trivote en la medular con Likhtarovich -que atraviesa un proceso gripal y no estará- como mediocentro y dos llegadores como Volodko y Olekhnovich, y arriba tres puntas con Krivets y Gordeychuk o Yakovlev en bandas y en vanguardia Rodionov. Este último jugó contra el Porto, pero no ha estado en ninguna de las dos últimas alineaciones en su campeonato doméstico debido a problemas físicos. Una incógnita de equipo para los bilbainos, incluso a pesar del 6-0 ante los lusos en la primera jornada, con dificultades en la salida de balón, que le gusta el repligue con muchos efectivos y no demasiado intenso en la presión.

Su delantero Nikolai Signevich fue autor de uno de los goles en el último empate del BATE y confía en que los suyos desplieguen un juego que entorpezca el que previsiblemente haga el conjunto rojiblanco. «Vi al Athletic jugar grandes partidos de liga por televisión, y no creo que sea un equipo invencible. Podemos puntuar en este partido. El Athletic juega con mucha pasión. Si encuentran su nivel pueden luchar contra los grandes equipos, pero no queremos permitirles hacer el fútbol que a ellos les gusta», sostuvo ayer en sala de prensa.

Partido trascendental para el Athletic, que no quiere vivir su particular Bérézima, y sí recuperar sensaciones perdidas. Están en juego, lo mismo que su futuro en la Champions.