Aitor AGIRREZABAL DONOSTIA
Entrevista
Stephen Noon
Jefe de la campaña indepen. «Yes Scotland» del SNP

«Si el Reino Unido sale de la UE, no podrán evitar otro referéndum»

Stephen Noon es natural de Glasgow, la que define como «ciudad Yes», y a sus 43 años lleva más de 20 ligado al movimiento independentista dentro del Scottish National Party, trabajando codo con codo con Alex Salmond. La semana pasada ha estado en Euskal Herria y GARA aprovechó la ocasión para testar la situación en Escocia dos meses después del referéndum.

Si algo ha conseguido el proceso escocés es la acumulación de fuerzas soberanistas y la participación de mucha gente que antes no veía la política como algo propio. Stephen Noon, jefe de campaña del SNP durante el referéndum, entiende que esta es la mayor victoria cosechada, y de hecho asegura que su partido entendió y fomentó esa heterogeneidad. Según cree, esto será además lo que les llevará a otro referéndum antes de 2020.

¿Qué ha cambiado para Escocia tras el referéndum?

Hemos visto las cifras de militancia del SNP, que ha superado los 80.000 miembros, cuando antes del 18 de setiembre éramos 25.000. Los niveles de participación son excepcionales, incluso en la Comisión Smith, donde decenas de miles han expresado su opinión sobre la devolución. La gente está involucrada. Además, esto envuelve a gente de todos los ámbitos de la sociedad, no solo a las personas que han sido políticamente activas durante toda la vida. La campaña del referéndum cambió Escocia. La gente ahora sabe que puede modificar las cosas.

Entonces, ¿esa gente que ha impulsado el proceso e hizo que el voto independentista llegase al 45% sigue trabajando?

Se crearon multitud de grupos satélite que han resultado claves en el proceso. Mujeres por la independencia, empresarios, artistas, granjeros, Radical Independence... Son miles de personas que siguen luchando por cambiar Escocia. No es el tradicional establishment. Cada uno desde su ámbito consiguió llegar a muchísima gente. Esta es la Escocia hacia la que caminamos, con una ciudadanía participativa, lejos de la clase política de toda la vida.

Mientras ustedes promovían la participación, el unionismo limitó la campaña a expandir su «Proyecto Miedo»...

Ya en las primeras elecciones al Parlamento escocés, en 1999, cada día nos levantábamos con portadas contra el proyecto del SNP. Entonces entendimos que debíamos encontrar vías para hablar de forma directa con los ciudadanos. Así le hemos hecho frente. Cada miembro de la campaña se ha encargado de informar a su entorno.

El movimiento en Glasgow, sobre todo en las últimas fechas, fue eléctrico. Estuvo lleno de positivismo, con músicos, artistas de todo tipo que reflejaron perfectamente lo que era la campaña: ganas de participar y excitación por el cambio. Un verdadero sentimiento de que algo estaba cambiando. Es una generación que decidió decidir de qué forma quería afrontar su futuro y el de su pueblo.

¿Cómo se encuentran hoy en día esa campaña y la masa independentista en general?

Perdimos, y pese a ello, el movimiento se ha mantenido fuerte. Ni con el «Sí» estaba todo ganado, ni con el «No» hemos perdido todo. Queda mucho camino por recorrer. Ahora, el momento está con el «Yes». Escocia va a conseguir mayores poderes, pero son unos poderes muy limitados. La gente desea cambiar, no se trata solo de decidir qué tipo de país queremos ser, sino que hablamos de justicia social, economía... El proceso del referéndum ha hecho a la gente tener mayores ambiciones para Escocia y verse con el poder en sus manos. Hemos visto el poder del pueblo contra el poder del establishment.

Ha mencionado la devolución de poderes. ¿Qué supone la Comisión Smith?

Durante 10 o 20 años, la gente de Escocia ha demandado el control sobre las tasas, sobre el sistema de bienestar, tomar decisiones en economía o defensa, que dependen de Londres... Para cuestiones domésticas, la gente quiere decidir en Escocia. Bienvenida sea la creación de comisiones de devolución, pero la oferta es muy pobre, no cubre la demanda del pueblo.

En mayo habrá elecciones a Westminster. ¿Cómo puede afectar eso al proceso escocés?

Es crucial en muchos aspectos. Si los sondeos se cumplen, el SNP entrará con mucha fuerza, con el mejor resultado de la historia. Con ello, el centro de debate debe trasladarse a Escocia, mientras que ahora se encuentra centrado en la política londinense. Escocia debe pasar a primer plano y el SNP debe jugar un papel esencial.

Alex Salmond está camino de volver a ocupar un asiento en la Cámara de los Comunes...

Mi primer trabajo fue junto a Alex Salmond. Ahora Nicola Sturgeon es la nueva líder y es probablemente la líder más preparada que nunca hayamos tenido. Por lo que el balance es perfecto. Sturgeon como primera ministra y Salmond en la trinchera londinense.

La decisión está tomada desde hace más de diez años. Debíamos buscar el mejor futuro para Escocia y entendimos que eso pasa por un cambio, que a su vez pasa por la independencia. Defendemos la esperanza de un futuro mejor frente al proyecto del miedo impuesto por el unionismo. Y creo que este es el camino a seguir. A la gente le gusta votar por algo. Si tuviera que hacerlo otra vez, apostaría por la misma campaña.

¿Tendrá que hacerlo?

Si el Reino Unido no nos entrega lo que demandamos, en forma de mayores poderes, veremos un amplio crecimiento en el movimiento independentista. Todavía más; hay mucha gente que votó «No» pero que está abierta a la opción de la independencia. Mucha gente voto «No» creyendo en la oferta de devolución, pero si no la cumplen o no satisface, volveremos a apostar por tomar nuestro camino. Asimismo, puede haber muchos otros incentivos.

¿Se refiere al referéndum sobre mantenerse en la UE que plantea el Reino Unido en 2017?

Es la opción más clara. Si en 2017 permanece un Gobierno tory y mantiene el referéndum sobre la pertenencia a la UE, es muy probable que Escocia vote mantenerse en el club europeo, mientras que el resto de la isla decida abandonarlo (una encuesta publicada ayer da un 57% de apoyo escocés a mantenerse en la UE). Y si ocurriese esto, no podrán evitar otro referéndum de independencia.

¿Tanta importancia tiene para la sociedad escocesa la pertenencia a la UE?

Absoluto. El debate en el Reino Unido está marcado por la agenda de UKIP, quien no tiene poder en Escocia. El debate de la inmigración, la UE... son temas en los que chocamos de forma rotunda. Mucha más gente entendería que las formas de hacer política al norte y al sur de la isla son completamente distintas. Si esto se cumple podríamos tener otro referéndum en unos cinco años.

¿Permitiría Londres decidir de nuevo al pueblo escocés?

Es un principio aceptado en el Reino Unido. Incluso Thatcher aseguró que si Escocia votaba dejar la Unión, debían aceptarlo. Cameron también ha repetido que no es concebible negar la opción de expresarse. Está asumido que Escocia, como pueblo, tiene el derecho soberano para decidir su futuro.

«Nosotros empezamos de la nada, Euskal Herria ya tiene una gran base social»

La campaña escocesa ha estado protagonizada por una treintena de grupos satélites de «Yes Scotland». ¿Cómo ha trabajado en un grupo tan heterogéneo?

Yo estoy habituado a trabajar en las campañas del SNP, donde se funciona de una forma mucho más controlada, con un centro de poder. Al principio pensaba que sería complicado, pero enseguida, viendo el éxito, nos dimos cuenta de que había que dejar hacer a todos estos grupos que componen un «Yes Scotland» muy heterogéneo y que llega a muchísima más gente. Es una gran ventaja. Ha habido mucho entusiasmo, mucha energía y, sobre todo, mucho flujo de información mediante medios y redes sociales.

En su visita a Euskal Herria ha compartido mesa con Gure Esku Dago, ¿echa de menos, por ejemplo, una implicación de grupos así en este país?

Quizá no los tienen todavía. Para que un proceso como el de Escocia se lleve a cabo hace falta un movimiento independentista político y otro social fuerte, y eso ya existe aquí. Escocia ha tenido un movimiento político fuerte y en Catalunya ha sido el movimiento popular la clave.

Precisamente Catalunya se debate entre lista única o diversas para unas posibles elecciones. ¿Cómo lo ve?

No son situaciones comparables. Y no soy quién para hablar de lo que pasa en Catalunya, pero creo que deben reforzar ese punto en común y encontrar la vía para llevarla a cabo. Tienen ya la fuerza y la pasión, por lo que han recorrido ya gran parte del camino. Lo decisivo es que hay que combinar el movimiento social con el político. En Escocia hace no mucho éramos una minoría. Entre otras cosas hemos aprendido que ara ello es indispensable un medio de comunicación convencional, que no tuvimos durante la campaña.

Ahora ya existe...

Bueno, comenzamos a tener uno (``The National''). Está funcionando bien y se está colocando entre los cinco diarios con mayor tirada. Aparte hay mucha actividad on-line creando canales de noticias, radio... Nosotros partimos de la nada y estamos muy cerca, ustedes en cambio tienen ya aquí una gran base. Esto nos ha servido para comprender que no importa en qué punto te encuentres ahora, sino que la sociedad, con trabajo y convicción, puede crear algo mucho mejor y mayor. A.A.