Felix Soto
Uliako Auzo Elkartea

Explanada de Tomas de Alba ¿para una multinacional hotelera?

Los ayuntamientos franquistas siempre contemplaron construcciones cercanas al muro de costa y lugares emblemáticos en detrimento del paisaje donostiarra, y así aparecen futuras construcciones en la planificación urbanística que fueron aprobando, en la que se incluía esta explanada de Tomás Alba (Sagüés). Nos preocupa que aquí y ahora se puedan reproducir este tipo de planteamientos.

Esta explanada era un solar propiedad de la Inmobiliaria del Kursaal S.A., que fue obtenida por el Ayuntamiento donostiarra  mediante la permuta del solar municipal en el que se ubicaba el antiguo Mercado de Gros. Esta permuta fue rechazada por el Tribunal de lo Contencioso porque conllevaba la renuncia municipal a sus derechos edificatorios del solar municipal del Mercado.

Entonces el Ayuntamiento intentó justificarlo porque la operación se traducía en la obtención a su vez de un espacio libre muy necesario. Ahora vemos que su intencionalidad era otra muy distinta. La operación no se deshizo porque la inmobiliaria de turno se dio buena prisa para materializar las construcciones del Mercado de Gros antes de la decisión final del tribunal.

Convertida actualmente la explanada en un espacio público a escala, donde se celebran todo tipo de actuaciones musicales, exposiciones, hoguera de San Juan, patinaje, bicicletas, etc., está en peligro de convertirse en un bocado más del insaciable afán de unos intereses minoritarios que se imponían en tiempos de la dictadura franquista y que, últimamente, vuelven con sus pretensiones de convertir el patrimonio municipal en su solar de negocios privados, mutilando para ello el paisaje donostiarra y el disfrute de los ciudadanos.

Esta iniciativa especulativa entra en flagrante contradicción con los acuerdos que viene firmando el Ayuntamiento en materia de biodiversidad (Carta de Aalborg) en la que sus firmantes se comprometen al aumento de espacios verdes y públicos, y dice muy poco tambien de la pomposa capitalidad cultural europea otorgada para el próximo año 2016.

El Plan General aprobado por el Gobierno municipal que lideró Odón Elorza, prevé la construcción de un hotel de cinco estrellas, privatizando para ello la mitad de la explanada pública, y mutilando aun más el paisaje donostiarra.

La ciudad a duras penas conserva la belleza del paisaje que la naturaleza le dotó, por la permanente amenaza de los señores del negocio fácil que tan bien representados políticamente vienen mostrándose.

El turismo que nos visita lo hace atraído por el paisaje que la naturaleza dotó a nuestra ciudad y  no por sus hoteles. A este nuevo disparate que se pretende llevar adelante ya se opusieron en su día asociaciones de vecinos, ecologistas y la práctica totalidad de los organismos y sociedades de Ulía, Ategorrieta, Sagüés y Gros, así como de otras zonas de la ciudad, y cientos de particulares.

Solicitamos al ayuntamiento que a esta zona de la ciudad se le dé el mismo tratamiento que tan dignamente obtuvo en el otro extremo del frente marítimo (Peine del Viento) y que se materializó sin claudicar ante intereses minoritarios. El retorno de la escultura de Nestor Basterretxea (La Paloma) a nuestro barrio, en el frente marítimo para el cual fué creada, tras su exilio a un nudo de carreteras, va en la línea correcta para que esta zona no siga siendo postergada a la dejadez y se convierta en un hito atrayente debidamente acondicionado y no en presa fácil de una hipotética multinacional hotelera.

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