Josetxo Arrieta
Senador de Podemos por Gipuzkoa

Hablemos claro

Debemos reconocer que no lo hemos hecho bien, y hablo en plural, y que tenemos una oportunidad fantástica para trabajar por otras hegemonías políticas. Pero ello requiere hablar de refundación.

Hablemos claro. La sociedad vasca necesita una fuerza política que sea capaz de hacer frente a las políticas neoliberales de un Gobierno Vasco que gestiona nuestros recursos desde una perspectiva paternalista, patriarcal y foralista.

El verdadero drama existente hoy es que la izquierda vasca en todas sus vertientes vive con verdadera resignación política una situación de dependencia respecto a las políticas de un PNV afianzado en todas las instituciones vascas sin nadie que le haga sombra. Los jeltzales marcan los ritmos, las dinámicas políticas y el resto hacemos seguimiento situándonos ante sus proyectos o denunciándolos, recientemente el acuerdo vergonzoso con el PP respecto a los presupuestos, pero siendo incapaces de superar la agenda política impuesta.

Y esta debiera ser a mi juicio la razón más importante para la Asamblea Ciudadana de Podemos Euskadi.

Así es, porque pese a haber ganado por dos veces consecutivas las elecciones generales en Euskadi en una clara muestra de la ciudadanía de que deseaba un cambio real, un cambio de verdad en la política española, hemos sido incapaces de rentabilizar esa indignación ciudadana en clave propia, en clave vasca. Nos hemos equivocado en muchas cosas, pero quizá la mayor haya sido empezar a construir la casa desde el tejado. La verdadera fuerza de Podemos Euskadi reside en sus círculos, espacios de participación y activismo abiertos y plurales que desde cada municipio y también a nivel sectorial pretender dar alternativas de cambio, alternativas de vida e incluso de gobierno ante las nefastas políticas de un PNV clientelista que no se siente en modo alguno responsable de los cierres de empresas en Euskadi, de la precariedad en las contrataciones y relaciones laborales, en la pobreza en general y en la infantil en concreto, en privatizar todo lo que se mueve, ayer fue la educación, hoy la sanidad y mañana quién sabe.

Un PNV que respeta el proceso abierto en Cataluña pero que se manifiesta reacio a que la ciudadanía vasca ejerza su derecho a decidir en todo aquello que determina su vida. Porque efectivamente la ciudadanía estamos reclamando desde hace mucho tiempo que en temas como la incineradora o el metro de Donostia, incluso con el tema de los toros, podamos manifestar nuestra posición y que el resultado sea tenido en cuenta. Difícilmente avanzaremos positivamente en la definición de nuestro marco territorial cuando en los temas anteriormente mencionados prevalecen otros intereses.

Es tal su prepotencia que incluso se permite criticar ferozmente a aquellos sindicatos que como ELA ponen una y otra vez en entredicho y combaten pacíficamente las políticas neoliberales que nos hacen cada vez más pobres.

Hay otros temas como la Ley de Territorios que desde la izquierda somos incapaces de poner encima de la mesa para su debate. A los jeltzales, les supuso en su día una escisión de la que surgió EA, han configurado una Euskadi foralista en el que las Diputaciones Forales tienen en muchos aspectos mayor poder que el Gobierno Vasco. Fiscalidad, carreteras incluso ordenación del territorio no se hacen desde la perspectiva de nación sino como suma de las voluntades territoriales con un epicentro claro, Bilbao.

Y hablar de todo esto efectivamente requiere que Podemos Euskadi se ponga las pilas y celebre una Asamblea Ciudadana demandada por los Círculos para salir fortalecida como oposición a la nefasta política actual de las instituciones vascas, y generando espacios de confluencia y colaboración con otras fuerzas políticas y movimientos sociales que consideran que otra Euskadi es posible.

Debemos reconocer que no lo hemos hecho bien, y hablo en plural, y que tenemos una oportunidad fantástica para trabajar por otras hegemonías políticas. Pero ello requiere hablar de refundación, superar el concepto de continuismo porque ello supondría nula autocrítica respecto a lo realizado hasta hoy.

Trabajemos por la unidad dando la voz a la militancia, recorriendo todos los círculos de Euskadi para dar protagonismo al corazón del proyecto.

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