Urko Aiartza y Jon Iñarritu
Electos de Amaiur

Kurdistán necesita ayuda urgente

Durante el último mes, la ciudad de Kobane, en el Kurdistán bajo administración siria (Rojava), está resistiendo la ofensiva del grupo yihadista Estado Islámico (ISIS), que intenta acabar con la autonomía instaurada en este territorio, que es un ejemplo por su multiculturalidad, laicidad y sistema democrático en un entorno convulso.

Si bien es cierto que estados de la Coalición Internacional están realizando operaciones de apoyo al YPG con el fin de que no se produzca un nuevo genocidio, otro Estado, Turquía, ha estado durante las últimas semanas obstaculizando la llegada de ayuda y voluntarios, desobedeciendo incluso los llamamientos de la ONU.

Durante este pasado verano, la ofensiva de Estado Islámico  en la provincia iraquí de Ninive produjo la masacre de miles de civiles pertenecientes a diferentes minorías étnicas y religiosas, cientos de mujeres fueron vendidas como esclavas. Esta vez, la respuesta unitaria de las diferentes fuerzas kurdas evitó un mal mayor; aun así, el Kurdistán iraquí recibió un éxodo de cientos de miles de refugiados y a día de hoy se encuentra en riesgo frente a los continuos ataques en las fronteras de Kurdistán Sur. El Gobierno Regional de Kurdistán (KRG) ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional solicitando ayuda tanto para hacer frente al ISIS como para poder ayudar a los refugiados. Pero a día de hoy, desgraciadamente, la prioridad parece ser mantener al ISIS alejado de los pozos petrolíferos en vez de la protección de los pueblos de la zona.

Una vez más observamos cómo el pueblo kurdo, ya sea en el norte, en el este, en el oeste o en el sur es víctima de la represión continua ya sea del yihadismo del ISIS, del régimen de Al Assad, del Gobierno de Erdogan o de la República Islámica Iraní. Por eso, frente a las intervenciones extranjeras priorizamos la respuesta unitaria de este pueblo a las agresiones externas. Por ello, consideramos que ha llegado el momento no solo de expresar la solidaridad al conjunto del pueblo kurdo, sino además de solicitar ayuda humanitaria, armas y el permiso de tránsito para que sean los propios kurdos los que principalmente luchen contra el integrismo sectario.

La Naciones Unidas, haciéndose eco del llamamiento de las autoridades kurdas e iraquíes, han aprobado dos resoluciones para autorizar medidas contra las atrocidades y la violencia ejercida por los grupos como ISIS. A día de hoy, más de 50 estados han conformado una coalición para actuar en Oriente Medio. Si tenemos en cuenta la legalidad, el objetivo fijado y que dicha coalición es fruto de una llamada de los propios representantes de los pueblos de la zona, no podemos oponernos. Pero lo cierto es que nos crea dudas. Recordemos que en 2003 se inició una guerra y ocupación ilegal de Irak que supuso la muerte de miles de civiles. ¿Son los socios de aquella coalición que sembró la destrucción los que ahora defenderán al pueblo iraquí y a los pueblos de la región? ¿Qué garantías existen para que no se repitan hechos similares? A nuestro parecer, los estados occidentales que participaron en aquella ocupación mejor harían en limitarse al  envío de ayuda humanitaria y material de defensa.

Este miércoles, día 22, el Congreso de los Diputados autorizará el envío de 300 militares españoles a Irak. Recordemos que el Reino de España fue parte del abominable Acuerdo de las Azores que supuso una ocupación y la muerte de miles de personas con el único objetivo de repartirse el petróleo de un pueblo, bajo excusas inventadas. Hechos que deben ser esclarecidos y juzgados. No olvidemos, de igual forma, que varios militares españoles están siendo juzgados por haber torturado a detenidos en Diwaniya (Irak). De igual forma, las declaraciones del ministro Morenés señalando: «no se trata solo de contener el avance del Estado Islámico, sino de dar a Irak unas estructuras de estado lo suficientemente fuertes para mantener la unidad del país». ¿Es esa la prioridad española? ¿Frente al anuncio de referéndum en Kurdistán Sur, quizás? Razones como las mencionadas hacen que consideramos que España no está legitimada para enviar tropas a Irak.
Por ello, sin oponernos a una operación que en el marco de Naciones Unidas responda a la solicitud del pueblo kurdo y del pueblo iraquí, no apoyaremos que el Reino de España envíe tropas, y no participaremos en la votación.

No somos ingenuos, sabemos que ante el brutal ataque al que el ISIS somete al pueblo kurdo es necesario responder positivamente a la llamada kurda de ayuda armamentística y humanitaria. ¿No es acaso eso lo que reclamó el Gobierno Vasco republicano ante el avance fascista? Desde Amaiur, en nombre de la solidaridad con el pueblo hermano kurdo y con todos los pueblos de Oriente Medio, solicitamos que desde la comunidad internacional se prioricen la ayuda humanitaria y el envío de armamento para hacer frente a este brutal ataque. Así como que se hagan las gestiones necesarias para que Turquía no vuelva a obstaculizar y reprimir la llegada de voluntarios para luchar contra el yihadismo. El pueblo kurdo siempre tendrá en el vasco a un pueblo hermano.

Biji Kobane! Biji Kurdistan!

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