Alazne Intxauspe y Andoni García
Ehne Bizkaia

La OMC mata campesinas y campesinos

En esa pugna se encuentran frente a frente la persona productora cerealista que produce 1.500 toneladas utilizando grandes máquinas en Europa o América del Norte y la persona productora de África que alcanza 2 toneladas. En esa misma pugna se encuentran la agricultura de países ricos que perciben ayudas millonarias y la agricultura de los países pobres que no reciben ninguna ayuda.

La agricultura es alimentación y la alimentación es un derecho innegociable aquí y en todos los pueblos del mundo.

La OMC no es compatible con la soberania alimentaria.

La Organización Mundial del Comercio (OMC) y la soberanía alimentaria son conceptos antagónicos. La primera tiene como objetivo construir paso a paso un mercado «libre» a nivel mundial, también en la agricultura, para llevar las producciones sin oposición alguna de un lugar a otro del mundo, localizándolas en el lugar que menor costo de producción ofrezca. Como consecuencia de ello cada zona del mundo se especializa en aquellas producciones que menor coste de producción presente frente a otras. En esa competición la visión social, local, económica o medioambiental no tiene valor.

En esa pugna se encuentran frente a frente la persona productora cerealista que produce 1.500 toneladas utilizando grandes máquinas en Europa o América del Norte y la persona productora de África que alcanza 2 toneladas. En esa misma pugna se encuentran la agricultura de países ricos que perciben ayudas millonarias y la agricultura de los países pobres que no reciben ninguna ayuda. Esa misma pugna enfrenta a los 28 millones de baserritarras que trabajan la tierra con tractores y las 250 millones de baserritarras que trabajan la tierra con ganado. En esa pugna se enfrentan el 80% de las personas productoras que percibe el 20% del total de las ayudas PAC, frente a al 20% que percibe el 80% (en Hego-Euskal Herria el 10% percibe el 60% de las ayudas directas). También en producciones emblemáticas de Euskal Herria como la leche de vacuno, se enfrentan personas que producen 250.000 litros de leche al año y quienes producen 1 millón de litros.

La OMC apuesta decididamente a favor de la producción industrial e intensiva, especializada en sectores dedicados a la exportación. Pese a toda esa maquinaria debemos resaltar que las personas campesinas que producen para los mercados locales alimentan al 70% de la población mundial, y producen esa comida con menos del 25% de los recursos (agua, tierra, combustibles…) que se utilizan para llevar toda esa alimentación a la mesa. La producción agraria no puede estar sujeta a las fluctuaciones y a la dependencia del mercado mundial, es el mercado el que debe respetar la lógica de la producción agraria. La agricultura es alimentación y la alimentación es un derecho innegociable aquí y en todos los pueblos del mundo.

Reivindicamos y construimos la soberanía alimentaria como el derecho de todos los pueblos a definir su propio sistema alimentario y ubicando en el centro a los y las productores de alimentos.

Con este fin, Ehne-Bizkaia y La Vía Campesina continuarán luchando. Nos organizaremos, resistiremos y seremos parte de eventos solidarios en todo el mundo con la participación de nuestros miembros y el apoyo de nuestros aliados, exigiendo a los gobiernos el rechazo a la OMC y la remoción de la agricultura de su área de acción.

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