Axun Lasa

Un sentido abrazo a los padres de Iñigo Cabacas

En una tienda de alimentación, acabamos de sacar del horno, el pan recién hecho. Una mujer, vecina nos pide una barra de ese pan reciente, me pongo los guantes, saco una barra y le pongo en la bolsita de papel. Cuando estoy cobrándole, veo que se acerca un señor y extiende la mano para intentar coger otra barra, me asusto y le digo «No, por favor, no toque». El señor me mira con cara de pocos amigos y me dice enfadado: ¿Qué pasa, esa señora puede llevarse y yo no? Le digo, «Sí, pero le daré yo, ¿qué pasa si se quema?» Enfadado me responde, «Pues que te denuncio». Sale de la tienda, enfadadísimo, se va.

Quedo asombrada ¿qué he dicho de malo? ¿Por qué se ha enfadado? ¿Qué he hecho yo? Las clientas que estaban esperando su turno me sacan de mi asombro: «Creo que se lo ha tomado mal, porque él ha nacido en otro continente, te ha tomado por racista».

¡Qué fuerte! ¡Cuánto lo siento! No le culpo, están sufriendo mucho, y más me hubiera gustado, ofrecerle algo amable, pero mi proceder iba a favor de él. Las duras circunstancias que están obligados a vivir, pueden llevarles a estos malentendidos.

Ahora él se encuentra dolido por mí, y yo también sufriendo porque para él soy una racista.

Al ser un pueblo pequeño, confío en la gente, sé que ellos me conocen y nunca podrán decir de mí que mi actuación tiene algo que ver con el racismo. Confío también en que a él le dirán que no es posible, que soy una persona que me uno a todos los que están sufriendo, que no soy racista, que saben de mi trayectoria.

Así para él será también más fácil, le harán un bien, y eso es lo que más me importa. Me gustaría que volviera, que su mirada fuera amiga, pues la mía para con él siempre lo ha sido y seguirá siéndolo.

Que un malentendido no nos haga la vida aún más difícil.
 
Hoy me he sentido muy triste y dolida, por vosotros y por Jonan Fernandez, al leer en un periódico tus palabras y sensaciones después de haber estado con él. Es una persona a la que conozco, lo suficiente sin duda, para aseguraros que las palabras que hubiera pronunciado, (acertadas o no) no llevaban ni la más mínima intención de haceros daño, que es como me han entrado a mí, al leerlas.

Es una persona con la que puedes, ¡cómo no! estar en desacuerdo, pero  nunca va a hacer nada a nadie, con esa intención de la que se presupone en el escrito. Es una persona honrada, que trabaja a favor de las personas. Otra cosa es que sigamos pidiéndole que haga más, o proponerle otras formas de hacer, decirle que no estamos de acuerdo en lo que dijo aquí o allá... que echamos en falta que se moje más en esto o aquello...

Que sepáis que estoy con vosotros, que seguiremos buscando toda la verdad, luchando para que se haga justicia, para que el culpable sea condenado y encarcelado. Sé de vuestro enorme dolor, y os abrazo de todo corazón.

Un sentido abrazo también para Jonan Fernandez.

Buscar