La segunda preocupación que tenemos los vascos, después del empleo es la sanidad según los datos y no es para menos: listas de espera descomunales, retrasos en las citas ya confirmadas, no funciona el servicio de ambulancias, cierre de centros, falta de médicos, millones para las clínicas privadas...

Mi experiencia: «un año» de espera para la primera visita al traumatólogo. «18 meses» para ser intervenida quirúrgicamente. Tras la operación, para regresar a casa en camilla «22 horas» esperando a la ambulancia en el hospital.  Posteriormente, no pude acudir a la cita  del cirujano en el hospital porque «no entro en los servicios mínimos» de las ambulancias y tenía que acudir en camilla.

La realidad, según los propios datos de Osakidetza, 33.000 quejas y denuncias realizadas en un año. Además de los miles de manifestantes en la calle a lo largo de los años exigiendo soluciones.

Señores del PNV, «no mientan», porque no nos engañan. Ahora dice Pradales que va a solucionar lo que solo Vds. han destrozado durante tantos años. No es verdad y el 22 de abril van a seguir igual.

Dice el Sr. Pradales «que este país no está para experimentos que nos pueden salir muy caros». No, señor, lo que nos está saliendo carísimo es su desmantelamiento de Osakidetza y el enriquecimiento de las clínicas privadas arriesgando nuestra salud. Necesitamos que no sigan destinando nuestro dinero a la privatización de la «sanidad pública».

Mi reconocimiento a todo el personal sanitario que nos atendieron, limpieza, celadores, auxiliares, enfermeras, cirujano, equipo médico su profesionalida y buen hacer a pesar de las condiciones en las que tienen que trabajar