Enrique Vivanco Fontquerni

Dolor

Escribir reporta en muchas ocasiones sobrellevar el inmenso dolor que se siente ante actitudes de humanos que son ilícitas desde un punto de vista ético, y moral. La imposición de voluntades por parte de un poder en contra del anhelo de una gran parte de la población, es una constante que se repite a lo largo de la historia. El poder siempre tiene argumentos aunque sean falsificaciones de una realidad construida, y como tal se puede sustituir. La obstinación de defender como sea y al precio que sea intereses mezquinos, porque en definitiva el siglo XXI, debe ser la época en que todos los humanos puedan dibujar su marco de convivencia y poder elegir lo que consideren oportuno, y el que tenga miedo a esta necesidad imperiosa, es porque se considera superior a los demás. Los sucesos que están ocurriendo en Catalunya por parte de un Estado opresor que su única respuesta es la militar, amparándose en un entramado judicial, que los ciudadanos pagan para que se les defienda, se ha convertido en tribunales de excepción en un estado de sitio. El fanatismo de las ideas aplasta la evolución de los pueblos una vez más. El largo camino de la historia continua. Las imágenes de policías saliendo en una expedición colonial, de una ciudad andaluza hacia Catalunya, jadeados por unos desalmados, ya que no hay familia en el Principat que no tenga familiares que provengan de Andalucía, como es mi caso, que llegaron mis suegros a Barcelona porque se morían de hambre, no puedo continuar porque mi pena, incide directamente en mi más íntima existencia.

Atentamente,

Enric Vivanco Fontquerni

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