Dentro de las reacciones políticas a la anunciada próxima entrega, al parecer total, de armas de ETA, hay una que me ha parecido muy desafortunada, amén de profundamente injusta. Me refiero a las declaraciones del sr. Arrriola y la sra. Mendia (PSE) en las que preguntaban, de forma a mi juicio capciosa, «dónde estaban esos artesanos de la paz cuando ETA mataba». Bien, pues yo puedo hablar con pleno conocimiento de causa sobre su figura más referente, Txetx Etcheberry. Desde 2001, después de los acuerdos de Lizarra-Garazi, «Txetx» formaba ya parte de la mayoría abertzale de Iparralde que apostaba porque ETA renunciase a la violencia como medio de lucha para la independencia del País Vasco. Es igualmente cofundador de Euskal Herriko Laborantza Ganbara (asociación agroganadera de Iparralde sostenible y respetuosa con el entorno medioambiental) y miembro fundador a su vez de BIZI!, organización ecologista y partidaria de acciones no-violentas.

Puedo añadir además que en el año 1986 la casualidad hizo que le tocara de cerca el atentado del  GAL en el Hotel Monbar en Baiona con 4 personas asesinadas y, lejos de inhibirse, salió corriendo junto con varias personas más en persecución de los dos terroristas, dándoles finalmente caza y entregándoselos a la policía. Si a todo ello se le añade que es un referente de primer orden desde hace ya bastante años del Sindicato ELA en Iparralde a través de su Fundación Manu Robles Arangiz, podremos concluir que hablamos de un pacifista convencido desde siempre. Y por cierto, puestos a elucubrar sobre qué hacíamos unos y otros durante los años de plomo de nuestro País, creo que tanto Arriola como Mendia deberían interrogarse porqué aquel terrorífico GAL se creó en torno al PSOE (Barrionuevo, Vera, Elgorriaga, Sancristóbal... Sr. «X»). Las cosas claras.