El lotero de la "Bruixa d'Or" deja Catalunya (por imposible, parece, porque mayoría del pueblo catalán, no quieren seguir siendo súbditos) y se va con sus bártulos a otra parte, pensando, iluso, que la suerte le va a acompañar, a él precisamente, allá donde vaya... debe pensar que se la lleva puesta, digamos. Que si para Navarra, que si para Madrid, que si para... etc... Pero... ¡Ay infeliz...! («poca solta» le dirían en catalán...) él no ha tenido en cuenta que esa «suerte» tan afamada que asegura repartir, se la ha dejado atrás, en el pueblecito que lleva su nombre, Sort, donde nació la «bruixa»... y que es preciosa población que hace de entrada al Pirineo catalán de LLeida y capital de la comarca del Pallars Sobirá, donde la «suerte» habita feliz, regada por el potente río Noguera Pallaresa... ¡Se siente! ¡Qué ruina de hombrecillo el lotero... pura soberbia!