José Ortega Jungitu | Bilbao

Empresas y deslocalización

Me sorprende mucho que tan grandes empresas catalanas estén cambiando de sede social en los últimos días cuando el proceso político de ese país con voluntad de ser auténtica nación viene de lejos. No parece una decisión puramente empresarial (yo no doy importancia a la editorial cuando compro un libro, por ejemplo en el caso de Ed. Planeta) sino una estrategia puramente política de acoso a ese proceso democrático. Tienen capacidad de actuar en las empresas y sus accionistas.

Y viniendo hacia nuestro país, me pregunto, con inevitable temor, si la crisis actual de tantas empresas vascas, algunas de las cuales se trasladarán injustificadamente a otras zonas del Estado, no será también una estrategia centralizadora de intereses políticos contra nuestro tejido industrial, esencial éste para mantener la fuerza de nuestras instituciones y nuestros proyectos como pueblo.

Lo expreso como una pregunta, pero me temo que ya sé la preocupante respuesta.

Gracias por su atención.

Buscar