Leemos en prensa que los jabalíes irrumpen, invaden, campan a sus anchas... por las calles donostiarras. Nadie se acuerda que hace unos años la Federación de Caza y la Diputación introdujeron jabalíes en nuestros montes. Nadie dice que previamente a que apareciesen los jabalíes en zona urbana había una cuadrilla de jabalíes en las inmediaciones de Garbera, Ametzagaña (zona periurbana) atosigando a los animales, y que estos, fueron desplazados.

Nadie dice que se siguen destruyendo sus hábitats, ocupando sus espacios, construyendo pistas en el corazón del parque natural de Aralar... Mención aparte y vergonzosa, es la ausencia de su depredador natural, el lobo, que salvajemente es tiroteado con el beneplácito del Gobierno Vasco nada más pisar suelo vizcaino (este año 4 ejemplares abatidos). ¿Por qué? Porque no interesa, es «competidor» de los cazadores, y a estos se les iría acabando el chollo de cazar jabalíes y corzos, y por supuesto, la imagen de «imprescindibles» o de «superhéroes» que en la sociedad nos quieren vender, se esfumaría de un plumazo.