Enric Vivanco Fontquerni

La democracia

Las sociedades del siglo XXI llevan desde el fin de la Segunda Guerra Mundial un acuerdo que se inicia en el ciclo infantil, en el que se trabaja para que las criaturas somaticen que la mejor convivencia nunca es a través de la fuerza bruta. En política la democracia no es una excepción ya que su funcionamiento por medio de una legislación consensuada que se ha de adaptar a las necesidades de las generaciones que van apareciendo, las mayorías tienen la obligación de respetar de forma inflexible que las minorías estén arropadas y protegidas por los derechos humanos de la Naciones Unidas. No existe ninguna sociedad compleja ni ha existido, que la unanimidad prevalezca como un fósil, las opiniones son diversas que se entremezclan formando cristales de diversos colores. Pero ello no impide ni es lícito que una mayoría quede bloqueada por el resto minoritario. El argumento que incide que consultar algo concreto divide a la sociedad, dice muy poco del que sustenta esta afirmación, ya que da por hecho que hay porcentajes de la población que no aceptan que puedan estar en minoría y con esta postura bloquean la esencia de la democracia. Las sociedades que no se ponen al día en el sendero que la propia historia marca, es una sociedad condenada al declive inexorable. La opinión de la población se ha de respetar y ponerla en práctica, y cuantos menos intermediarios haya, mucho mejor. Europa, invierte abundante dinero en educación que por supuesto no es suficiente, pero lo que no se puede consentir es que los valores con los que se está trabajando salten por los aires cuando se llega a la mayoría de edad. Insistir que preguntar si se quiere un Estado propio, para formar un nudo más en la inmensa red del planeta, y que esta pregunta fractura a la sociedad, se está considerando que es licito que las opiniones minoritarias bloqueen a la democracia, y todo el trabajo previo que se ha realizado inculcando que tu opinión no tiene más valor que la del otro, quede en la pura teoría sin ninguna cristalización práctica. Todas las sociedades tiene el derecho de avanzar con el consentimiento mayoritario de sus componentes.

Atentamente,

Enric Vivanco Fontquerni

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