Iñaki San Sebastián Hormaetxea

Lentejas sí… ¿Y qué más?

Estamos en pleno letargo veraniego, quizá algo aturdidos por tanto boom turístico, las buenas noticias macroeconómicas que nos venden desde las diversas administraciones y las no tan buenas, si se les mira desde la microeconomía que transparentan los bolsillos semivacíos de demasiada gente.

Pues bien, en este clima con panorámicas para todos los gustos, cabe constatar lo contentos que se nos muestran el lehendakari y todo su equipo, por lo bien que va nuestra Euskadi de las maravillas. Al parecer, lo que más medallas les reporta son los éxitos en las negociaciones directas, con un gobierno Rajoy debilitado por la presión catalana y el acoso de la corrupción. Bienvenidos el cupo, las transferencias pendientes que vayan cayendo, etc., pero como que  suena demasiado a mercantilismo puro y duro. Probablemente son unos magníficos platos de lentejas, pero como que se hacen un poco indigestos. Sobre todo si con ellos, además de ir muy despacito en la solución de las desigualdades sociales, silenciamos toda posibilidad de diálogo soberanista. Por favor, hablemos de avanzar hacia un soberanismo que no se venda por el tener y centrado en la profundización del ser, cada vez más nosotros mismos, con todas sus consecuencias. Este es el ¿y qué más? que echo de menos, por ejemplo, al observar las largas ausencias y el escaso eco de las ideas de Juanjo Ibarretxe, en un momento político tan crítico como el actual.

Como de puntillas, Ibarretxe apareció en días pasados en prensa local, a raíz de un coloquio en el Foro El Moment Zero, en Barcelona, y de la ventana de ida y vuelta abierta con la Universidad de Columbia, por la UPV y el Agirre Lehendakari Center. Según se comenta,  internacionalmente se le está considerando una persona destacada del ámbito de la política y la economía. Le invitan los soberanistas catalanes para un debate sobre la unidad de acción del nacionalismo catalán, en un momento de tensión máxima entre Cataluña y el Estado español. El director de la AC4 de Columbia considera el caso vasco como un modelo de desarrollo humano sostenible, un caso único en el mundo. Y parece que lo dice en serio, puesto que se interesa por el modelo teórico de resolución de problemas, propuesto por Ibarretxe, con vistas a aplicarse otras regiones y países. Si esto es así, ¿cómo explicar que EAJ-PNV y el Gobierno Vasco, aparentemente, sigan considerándole poco más que un florero?

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