José Luis Guerra Carrillo

Siempre en mi corazón

Mi compañera falleció hace ya más de 10 años cuando íbamos a visitar a nuestro hijo Ekain, entonces preso y alejado a 500km de casa. Karmele murió a consecuencia de una cruel y vengativa política de dispersión, una política que la gran mayoría de la sociedad rechaza y que algunos se empeñan todavía en mantener. Ni siquiera los nuevos tiempos los ha movido del pasado. UPN, PSN y PP de Barañain, además de apoyar la dispersión y lejos de reconocer la verdad, niegan la posibilidad de homenajear y recordar a Karmele prohibiendo el uso de espacios como el Auditorio y la Casa de Cultura. Ni llorar públicamente a los nuestros podemos. Sinceramente, ¿qué pretenden conseguir con estas prohibiciones? ¿Qué futuro de convivencia vamos a crear con este tipo de actitudes? ¿Qué interés tienen en mantener la dispersión a sabiendas de que accidentes tan trágicos como el que se llevó a Karmele pueden volver a suceder? Negarán espacios, negarán la verdad de lo ocurrido, pero no podrán evitar el recuerdo de lo sucedido. Todas aquellas personas que queremos y recordamos a Karmele seguimos trabajando para que siga viva su memoria porque es la única manera de que no vuelva a suceder. Para terminar, quiero dar las gracias a todas las personas que estáis trabajando en la iniciativa Karmele Gogoan. Os agradezco enormemente la labor que estáis haciendo para mantener viva la memoria de Karmele. Tampoco me quiero olvidar de los miles de familiares de presos y presas que todos los fines de semana se ven obligadas a recorrer miles de kilómetros para ver a sus seres queridos y desde aquí mando un fuerte abrazo lleno de ánimo a los familiares y amigas de los presos políticos de Barañai.

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