Reposar las emociones y contemplar escenarios

La ansiedad previa a los resultados electorales ha dado paso a otro tipo de sensaciones, emociones que marcan en gran medida la resaca política. Tal y como refleja Mertxe Aizpurua en esa otra crónica sobre lo que transmitió cada uno de los contrincantes en la noche del domingo (ver páginas 8-9), los actos y las caras de todos ellos y ellas reflejaron fielmente lo que sintieron tras esas horas de incertidumbre. Desde la euforia hasta la depresión, pasando por el alivio. Nada de ello está exento de una proyección a futuro, de un cálculo no tan emocional, sobre el periodo que se abre ahora. Es ahí donde entran los escenarios, mucho más complejos de lo que podría parecer mirando a la aritmética. Y es que nadie quiere hablar del elefante en la habitación. «This is not Spain», como rezaba una campaña de EGI, pero España sigue siendo España. Quizás más que el domingo.

La apuesta del PNV es por la estabilidad, pero sus socios preferentes son en este momento algo más que turbulentos; son corrosivos. El lehendakari mostraba antes de ir a las urnas su preocupación por el resultado del PSE y su efecto en Ferraz. Ayer obtuvo la respuesta, por boca de Pedro Sánchez y de su oposición interna. Eso no lo estabiliza ni el PNV. Tienen la carta del PP, pero si algo deja claro el mandato general de estos comicios es que hay que frenar la agenda y el proyecto del partido de Mariano Rajoy. Su margen para concertar con Madrid es limitado, si no nulo.

Es evidente que a Urkullu le repelen la izquierda abertzale y Podemos. Puede que sea mutuo. Pero esto no deja de ser una emoción, importante como se ha visto, pero solo útil si se es capaz de gestionarla. Esto vale para todo el mundo. En el cálculo de escenarios, hay mucho más juego político del que podría parecer. Que todo el mundo creyese el escenario electoral que ha proyectado el PNV ha beneficiado a Urkullu. A partir de ahora ganará más quien mejor calcule y se prepare para lo que pueda venir. Aquí, sin duda, pero también en el Estado español.

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