Beñat Zaldua
Iruñea

Implicación absoluta de la Monarquía y el Gobierno

Desde enviar un tanque de prueba al desierto arábigo, hasta recibir en audiencia real al ministro de Defensa saudí, pasando por la aprobación ‘ad hoc’ de un Real Decreto Ley. El Estado español parece dispuesto a todo con tal de conseguir que una empresa privada venda tanques a Arabia Saudí.

El Rey Juan Carlos I y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, impulsores de la venta de tanques a Arabia Saudí (Angel DIAZ/AFP PHOTO)
El Rey Juan Carlos I y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, impulsores de la venta de tanques a Arabia Saudí (Angel DIAZ/AFP PHOTO)

Pese a que la fabricación de los tanques Leopard es llevada a cabo por la empresa privada Santa Bárbara, la venta del armamento a Arabia Saudí se ha convertido en toda una cuestión de Estado, para la que Gobierno y Casa Real se han empleado a fondo durante los últimos meses. De fondo, los intereses del ministro de Defensa, Pedro Morenés, en la industria armamentística y la estrecha relación entre las monarquías española y saudí.

Desde el principio de las negociaciones quedó claro el esfuerzo del Gobierno que, a través del ministerio de Defensa, impulsó el transporte de un tanque Leopard a Arabia Saudí, junto a ingenieros y operarios de Santa Bárbara, con el objetivo de que el ejército saudí probase el producto. El propio ministro Morenés viajó a la península arábiga para impulsar las negociaciones, visita que fue devuelta semanas más tarde por su homólogo saudí, el príncipe Salman bin Abdelaziz, recibido con honores de jefe de Estado por el presidente español, Mariano Rajoy, y el rey Juan Carlos de Borbón.

No se acabó aquí, ni mucho menos, el esfuerzo del Gobierno por atraer la compra saudí. El 25 de mayo, el Consejo de Ministros aprobó por vía de urgencia el Real Decreto Ley 19/2012, que permite al Gobierno firmar contratos de suministro de armas con otros Gobiernos. Es decir, el Estado se convierte en traficante de armas. La decisión se tomó para contentar a Arabia Saudí, que exigía que la operación contase con el aval del Estado.

Tampoco el empeño del rey español se limitó a recibir al ministro de Defensa árabe en su despacho. Es públicamente conocida la estrecha relación que la monarquía borbónica mantiene con su homóloga saudí, algo que se reflejó en el urgente viaje del Rey español a Riad con motivo de la muerte del principe heredero. Según Pere Ortega, del Centre d'Estudis per a la Pau J.M. Delàs, dicho encuentro habría podido servir para abordar, una vez más «la cuestión de los Leopard».

En un artículo publicado por ‘La Directa’, Ortega enfatiza además en los numerosos casos de corrupción que han acompañado a las operaciones de venta de armas a Arabia Saudí. De hecho, varios miembros de la realiza saudí han sido acusados de tráfico de armas, mientras que diferentes casos han sido objeto de investigación y juicio en países como Estados Unidos, Gran Bretaña o el Estado francés.