Beñat Zaldua
Iruñea

Un Tratado internacional de comercio de armas imposible

El pasado 1 de agosto, la ONU dio por finalizada la negociación de un Tratado de comercio de armas, después de no encontrar «puntos de consenso». La oposición de los principales países exportadores de armas, como EEUU y Rusia, fue el principal escollo de la negociación.

Acción de la campaña «Armas Bajo Control» ante la sede de la ONU en New York (ARMAS BAJO CONTROL)
Acción de la campaña «Armas Bajo Control» ante la sede de la ONU en New York (ARMAS BAJO CONTROL)

Ni tres años de negociaciones han sido suficientes para llegar a un acuerdo sobre el comercio de armas en el seno de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Un portavoz de la organización internacional anunció el pasado 1 de agosto el fin de las negociaciones, después de reuniones intensas durante cuatro semanas, al no encontrar «puntos de consenso» sobre un negocio que mueve 60 billones de dólares anuales y provoca 500.000 muertes al año.

La iniciativa para conseguir un tratado internacional sobre el comercio de armas viene impulsado desde hace años por la campaña «Armas bajo control», integrada por decenas de entidades internacionales en favor de la paz.

Pero las negociaciones en el seno de la ONU se vieron torpedeadas por varios países, especialmente por los principales exportadores de armas, como EEUU o Rusia, sin olvidar a China. Estos países se opusieron a cualquier forma de acuerdo aduciendo que necesitaban más tiempo para negociar un tratado de estas características. Por ello, el presidente de la Conferencia, Roberto García Moritan, pidió disculpas por no haber podido llegar a un acuerdo y presentar la propuesta de tratado a la Asamblea General, para la aprobación de los 193 miembros.

Pese a no sorprender, no deja de ser destacable el papel de los lobbies en el transcurso de la negociación, especialmente en EEUU, donde la clase política es tan permeable a los grupos de presión. De esta manera, el presidente, Barack Obama, se ha tenido que enfrentar a la amenaza de 51 senadores, que advirtieron por escrito que intentarían bloquear la ratificación del improbable acuerdo. 67 votos en el Senado serían suficientes para que el Tratado no fuese ratificado, por lo que el margen de maniobra de Obama se vio limitado apenas a 16 senadores. Estamos, además, en plena precampaña electoral en EEUU.

Desde la Fundació per la Pau, entidad miembro de «Armas bajo control», se lamentaron por el fracaso de las negociaciones y admitieron que «quedan muchas incertezas sobre cómo puede continuar el proceso». Pese a ello, en nota de prensa insistieron en que seguirán trabajando, en el marco de la campaña internacional «para que las armas estén bajo control».