«Habrá sin duda, tal vez, otras detenciones», ha señalado Valls en una entrevista concedida a la emisora de radio RTL, en la que ha insistido en que la citada célula «era un grupo peligroso y determinado para actuar».

«Era necesario neutralizarlo», ha añadido el ministro, que ha recordado que ya se sabe que esa presunta red fue la autora del lanzamiento el pasado día 19 de una granada contra una tienda judía en la ciudad de Sarcelles, en la periferia norte de París, que causó un herido leve.

Valls ha afirmado que «sin duda había otros objetivos» en la agenda de esa célula, aunque a continuación ha matizado que «es demasiado pronto» para decir cuáles. Siempre según el Ministerio francés de Interior, algunos de los detenidos se preparaban para partir «al Yihad», la guerra santa.

El presunto líder de la célula, identificado como Jérémie Sidney, de 33 años, murió en un enfrentamiento armado con los agentes de policía que iban a detenerlo en un piso de Estrasburgo. Once personas fueron detenidas en el marco de esa operación.

Tras recibir en el Palacio del Elíseo a representantes de las comunidades judías en el Estado francés, el presidente, François Hollande, dijo ayer que el Estado ha dispuesto una «movilización total» de sus medios para «luchar contra la amenaza terrorista».