La magistrada que preside el juicio de la «Operación Puerto» ha aplazado, previsiblemente hasta que dicte sentencia, la decisión sobre si permitirá o no a la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y a otras partes interesadas acceder a las muestras de sangre intervenidas en 2006.

Así lo han confirmado fuentes jurídicas, que han señalado que la juez Julia Patricia Santamaría ha dado tres días de plazo a las acusaciones que hicieron esta petición en la sesión dedicada a las cuestiones previas para que concreten exactamente cual es el material al que quieren tener acceso y qué uso le darían.

La Fiscalía, sin embargo, no respaldó ayer la petición de entrega de las muestras de sangre, cuestión que también fue repetidamente rechazada por el juez que instruyó el caso, Antonio Serrano, que siempre se negó a facilitar a las autoridades antidopaje las más de doscientas bolsas de plasma y de sangre refrigerada intervenidas por la Guardia Civil.

Las fuentes consultadas por Efe han señalado que Santamaría podría resolver sobre esta cuestión en un auto aparte, pero que lo más lógico es que espere a dictar sentencia para incluir su decisión en la misma una vez finalizado el juicio.

Sea cual sea la decisión, las autoridades antidopaje no contarán con el ordenador personal de Fuentes, por considerar que puede afectar el derecho a la intimidad de las personas, petición que también hizo la AMA y a la que se sumó el Comité Olímpico Italiano (CONI).

La juez sí ha aceptado la petición de la AMA de que el ciclista norteamericano Tyler Hamilton declare como testigo, aunque aún no ha fijado la fecha de su comparecencia, a la espera de ver si acudirá a Madrid o se hará por videoconferencia.

Por otra parte, la juez ha resuelto también las cuestiones previas planteadas por las defensas de los acusados, especialmente la referida a que se acotara el objeto de juicio, y ha acordado que éste se seguirá solo por un delito contra la salud pública.

La defensa de Fuentes pidió asimismo que los medicamentos que fueron intervenidos en los registros fueran excluidos de la causa, pero Santamaría ha acordado no hacer diferencias entre estas sustancias y la sangre, por lo que continuarán siendo pruebas en el procedimiento.