El denominado Foro Social para impulsar el proceso de paz tiene encarrilada la agenda que desarrollará los días 14 y 15 de marzo, en dos sesiones que se desarrollarán respectivamente en Iruñea y Bilbo. Se trata de una experiencia inédita destinada a contribuir a superar el bloqueo actual en un ámbito concreto: el de las consecuencias del conflicto. Llega en un momento en que aspectos pendientes como la situación de los presos o el desarme han reaparecido con fuerza en el discurso político tras el impasse producido por las elecciones al Parlamento de Gasteiz. Y todo ello cuando ya han pasado quince meses desde la Declaración de Aiete, sin que se haya logrado avanzar más allá del punto uno, el que emplazaba a ETA.

Los promotores de este Foro han trasladado a la ciudadanía en general la posibilidad de hacer aportaciones a las sesiones de Bilbo e Iruñea. El guión que presentan sirve lógicamente como anticipo de cuáles serán las cuestiones sobre la mesa y desde qué punto de vista se tratará, aunque luego todo ello se completará con las intervenciones de expertos internacionales en resolución de conflictos.

En la primera jornada, la que tendrá lugar en Baluarte de Iruñea de 17.00 a 20.00 el jueves 14, se comenzará abordando el tema del desarme. La reflexión se articula a partir de estas preguntas: «¿Qué función corresponde a los gobiernos y ETA en un proceso de desarme? ¿Cómo garantizar que el proceso de desarme es desarrollado hasta el final, permitiendo la entrega de todas las armas? ¿Debería desempeñar la sociedad algún papel en este proceso? ¿Algún otro actor puede o debe intervenir en un proceso de desarme?»

En la misma sesión, la segunda parte estará centrada en la «garantía de los derechos humanos en un proceso de paz», otra cuestión de permanente actualidad dado que siguen produciéndose encarcelamientos por actuaciones políticas, hay juicios pendientes, se mantienen amenazas de ilegalizaciones de formaciones...

Los organizadores del Foro Social pretenden constatar «si los derechos y libertades fundamentales están suficientemente garantizados para todas las personas». También preguntan: «¿Qué se puede hacer para impedir que las personas sean amenazadas por sus ideas? ¿Qué se puede hacer para prevenir malos tratos y torturas? ¿Son necesarias reformas legislativas? ¿Existe libertad de expresión y manifestación para defender todas las ideas políticas? ¿Qué se puede hacer para garantizar todos los derechos humanos?». Se pide opinión además sobre qué papel le toca a la ciudadanía en esta cuestión de la garantía de los derechos humanos, y si las mujeres y la juventud deben tener alguna función específica. Cabe recordar que el colectivo Ahotsak y jóvenes de diferentes ideologías figuran entre quienes sustentan este Foro Social.

«Obligaciones» y «derechos»

Ya el viernes, en el Teatro Campos Elíseos de Bilbo e igualmente a partir de las 17.00, se abordará otra cuestión capital y que se ha definido así: «Reintegración de personas presas y huidas». El asunto cobra más centralidad aún vista la disposición de Euskal Preso Politikoen Kolektiboa (EPPK) a participar en esta iniciativa. El viernes desveló que sus portavoces incluso han solicitado permisos a las instancias correspondientes.

El asunto se afronta desde preguntas como «qué se entiende por reintegración», «en qué condiciones debe producirse» y «cómo debe ser ese proceso». Se debatirá también si esas personas presas y huidas «tienen obligaciones ante un proceso de reintegración» y, del mismo modo, si les asisten «derechos».

«¿Cómo se puede resolver la cuestión de la reintegración de los miembros de ETA que no se encuentran en prisión o no han sido juzgados?», es otro de los interrogantes trasladado por los organizadores del Foro Social en el cuestionario elaborado para pedir ideas. Este apartado, como ocurre con el resto de temas, se completa con la pregunta de si la ciudadanía debe tener algún papel en esta cuestión.

En Bilbo se debatirá también, por último, la temática del pasado y la reconciliación. Los organizadores del Foro buscan saber «cómo debe entenderse el derecho de las víctimas a la memoria, la justicia y la reparación», «si es importante el reconocimiento del daño causado, el arrepentimiento o el perdón», «cómo preservar la memoria de todas las víctimas» y, de nuevo, si la sociedad tiene algún papel en un proceso de reconciliación, y si cabe alguna aportación especial por parte de las mujeres y la juventud.

De Aiete y nuevas

Esta iniciativa cuenta con el impulso de organizaciones de todo el mundo que ya vienen trabajando en el proceso vasco desde el inicio o que se implicaron directamente en la Conferencia de Aiete, a las que se suman ahora colectivos vascos caracterizados por su pluralidad.

Así, organizan esta iniciativa Lokarri y Bake Bidea -que ya gestó el foro de Baiona que reunió a todos los grandes partidos en diciembre-, con el impulso de Cátedra Unesco de Ciudadanía, Convivencia y Pluralismo, Fundación Etikarte, Ahotsak y jóvenes de distintas sensibilidades políticas. Y colaboran Berghof Foundation, Conciliation Resources, Asociación Europea de los Juristas por la Democracia y los Derechos Humanos en el Mundo, Fundipau y el Grupo Internacional de Contacto (GIC).