«Hoy declaro derrotado el golpe de Estado, con el pueblo y la Fuerza Armada», ha asegurado el presidente electo de Venezuela, Nicolás Maduro, en una declaración televisada durante la inaguración de un centro médico asaltado este lunes por los «demonios de la intorelancia».

Maduro ha atribuido la responsabilidad de lo ocurrido a quienes «han llamado a la violencia» y «no acatan la Constitución». El Gobierno se ha puesto en contacto con la Fiscalía General para que se depuren responsabilidades «al más alto nivel», sin señalar directamente al candidato de la oposición, Henrique Capriles.

En este sentido, se ha presentado como «defensor de la paz» frente al «capricho de la burguesía» y ha avisado de que no cederá al «chantaje» de la oposición.

En torno a las movilizaciones anunciadas por Capriles para reclamar un recuento de votos, que como cumbre tendrá una marcha en Caracas a la que el dirigente opositor ha prometido asistir, ha advertido de que no va permitir dicha protesta.

«Mano dura frente al fascismo y la intolerancia», ha subrayado.

Según los últimos datos facilitados por el CNE, Maduro se impuso por 272.865 votos a Capriles en las elecciones, obteniendo el 50,78% de los votos (1,83 puntos porcentuales más que Capriles).