Naiz.info

No hay registro del uso de pelotas en la carga que mató a Cabacas

Las grabaciones difundidas por GARA revelaron la realidad de la carga que acabó con Iñigo Cabacas, y ahora otro dato incrementa la polémica sobre la Ertzaintza. Según ha podido saber este diario, no existe el registro preceptivo de utilización de material antidisturbios en la citada operación.

El Manual de Policía utilizado por la Ertzaintza establece un riguroso sistema de control del material antidisturbios que sale de las comisarías y que es utilizado posteriormente. Se ejecuta a través de varios formularios que deben ser rellenados y llevar la firma del responsable del proceso de reparto y del de recogida posterior de material, todo ello en un libro de registro. Pues bien, la Ertzaintza afirma que no existe inscripción alguna que pueda aportar datos sobre la carga del callejón María Díaz de Haro de Bilbo, ocurrida el 5 de abril de 2012 y que costó la vida al joven Iñigo Cabacas.

Este vacío ha sido confirmado por GARA a través de diversas fuentes, después de que el lunes este medio difundiera las grabaciones internas de la Ertzaintza producidas antes, durante y después de la fatal intervención.

La normativa empleada por la Policía autonómica es clara y, sobre todo, muy detallada. En los casos en que se usan pelotas de goma, «con desprecinto de la bolsa portadora», debe procederse a la elaboración de un informe por parte «del responsable de la patrulla, del recurso o del operativo, con expresión de los hechos y circunstancias concretos que han motivado la actuación» y «sin perjuicio de la elaboración de informes individuales» por cada agente.

Ese material antidisturbios es asignado de manera individual por la Jefatura de Operaciones, dejando constancia de ello en un libro-registro en el que se deben anotar la fecha y hora, el material entregado y la persona que lo recibe. Tanto la escopeta como el número de bolsa tienen una numeración. Al finalizar este proceso de reparto, su responsable firma para certificar así esta salida de material.

La devolución del mismo también está absolutamente reglada. En ese momento, cada ertzaina debe indicar si ha desprecintado la bolsa portapelotas y el número de proyectiles que ha utilizado, «así como cualquier incidencia surgida durante estas tareas (comunicación de anomalías durante el uso del material, pérdidas, extravío, daños o destrucción...)». El responsable de la recogida estampa también su firma.

Los formularios resultan aún más nítidos que la normativa, según ha comprobado GARA. Uno de ellos, el denominado «informe», obliga a detallar la fecha, la identidad del agente, el material que ha recibido (número de escopeta y de bolsa, cantidad de pelotas...) y las «razones y circunstancias». Otros formularios anexos se reproducen en esta página y sirven para reflejar el exhaustivo control que se hace de todo este material.

Sin embargo, un año después de la muerte de Cabacas, la Ertzaintza afirma no disponer de ninguno de estos registros en relación al caso investigado en el Juzgado de Bilbo.

Seis ertzainas dos veces

La inexistencia de estas anotaciones puede ser uno de los factores que contribuyen a que, pasado ya tanto tiempo desde los hechos, la juez instructora no haya practicado una sola imputación concreta. Sin embargo, no lo explica por completo, dado que no hay duda de que el Departamento de Interior antes y el de Seguridad ahora tienen perfectamente identificados a los ertzainas implicados.

De hecho, pocos días después de la carga mortal de Indautxu fuentes del departamento que entonces dirigía Rodolfo Ares acotaron en seis el número de ertzainas que habían disparado pelotas de goma en la zona. Según la versión oficial, frente al callejón se situaron tres furgonetas en las que había en total 24 ertzainas, pero solo nueve escopetas (tres por vehículo), de las que se habrían usado seis.

Media docena es también el número de agentes que han sido relevados del servicio por el actual departamento de Estefanía Beltrán de Heredia, según se dio a conocer anteayer. El argumento dado es que las grabaciones reveladas por GARA condicionan su labor, de lo que cabe entender que se trata de los ertzainas implicados en la carga cuyas voces se identifican (aunque aparentemente no sean tantos como seis). Sea como fuere, lo que revela esta última medida es que, haya o no registros, Seguridad sabe quiénes son.