@zalduariz
Iruñea

Una larga disputa entre compañías y consumidores

Las grandes empresas de telecomunicaciones se han opuesto en los últimos años a las diferentes rebajas tarifarias aprobadas por la UE y no ven con buenos ojos el fin del ‘roaming’. Sin embargo, la UE asegura que los móviles se utilizarán más a partir de ahora, lo que también repercutirá en beneficio de dichas compañías.

La medida aprobada por la Eurocámara afecta a las llamadas de voz, mensajes de texto e internet. (Timothy A. CLARY/AFP)
La medida aprobada por la Eurocámara afecta a las llamadas de voz, mensajes de texto e internet. (Timothy A. CLARY/AFP)

Que la frenética actividad de los muchos y variados lobbies radicados en Bruselas condiciona la actividad política de la Unión Europea (UE) no es ningún secreto, y el caso del ‘roaming’ –las tarifas por utilizar el móvil en otros estados– no ha sido ninguna excepción. De hecho, el largo debate que, a falta del último acuerdo entre estados, culminará con el fin de estas tarifas a la itinerancia en diciembre de 2015, ha sido una pugna soterrada entre dos potentes grupos de presión: el de las empresas de telecomunicaciones y el de las asociaciones de consumidores.

Dicha pugna viene de lejos, ya que cada vez que la Comisión Europea y el Europarlamento han rebajado el límite de la factura que las compañías podían cobrar, estas han protestado sonoramente, con argumentos tales como que la UE, presta «demasiada atención» a los consumidores o que «la Comisión debería prestar más atención a aspectos como la rentabilidad y los ingresos».

Estas fueron las palabras del director de asuntos reguladores de la asociación ETNO, Serafino Abate, cuando la Comisión decidió la última rebaja de las tarifas del ‘roaming’ en 2012. Esta asociación, que defiende en Bruselas los intereses de las grandes compañías del sector –como Telefónica, Orange o Deutsche Telekom–, también auguró entonces un efecto llamado «cama de agua» –waterbed, en inglés–, según el cual las compañías se verían obligadas entonces a subir las tarifas estatales para compensar la pérdida de los ingresos por las tarifas de ‘roaming’.

Al otro lado de la partida se situaron las asociaciones de consumidores, con la Organización Europea de Consumidores (BEUC, por sus siglas en inglés) como máximo referente en Bruselas. Estas asociaciones han criticado por blandas las diversas rebajas efectuadas hasta ahora y no han descansado hasta conseguir, de la mano de la Comisión, que el Parlamento Europeo reclamase su fin en diciembre de 2015. De hecho, algunas de ellas, como la española FACUA, aprovecharon la rebaja de precios de la semana pasada para criticar un supuesto retraso en «la supresión definitiva» del ‘roaming’ –pese a que dicha rebaja estaba pactada ya desde 2012–.

Acomodarse a la nueva realidad

Pese a los augurios apocalípticos de las grandes empresas –ahora dicen que la supresión del ‘roaming’ reducirá sus ingresos y les obligará a recortar las inversiones necesarias en fibra óptica–, lo cierto es que la eliminación de estas tarifas de itinerancia es el resultado lógico de un proceso largo al que las empresas han tenido años para anticiparse.

De hecho, la propia UE defiende que las compañías tendrán mucho más tráfico de clientes con el ‘roaming’ fuera de juego, ya que todos los ciudadanos que ahora apagan su móvil al cruzar una frontera estatal dejarían de hacerlo y seguirían utilizando su teléfono. Como ejemplo claro y sencillo, la comisaria de Agenda Digital de la UE, Neelie Kroes, ha utilizado en más de una ocasión el caso de EEUU, donde las compañías ofrecen la itinerancia gratuita a sus clientes en más de 100 países.

Todo apunta, por lo tanto, a que las compañías se adaptarán sin problema alguno a las nuevas regulaciones, tal y como reconocen a NAIZ desde el departamento de comunicación de Euskaltel. Requeridos sobre el final del ‘roaming’, fuentes de la empresa vasca de telecomunicaciones aseguraron valorar el tema «positivamente», ya que consideran que «la reducción del coste del ‘roaming’ y, en su caso, su total desaparición, permite a los clientes el uso en confianza de su smartphone cuando viaja a otros países». En el caso de Euskaltel, además, concluyen que «al ser un operador en entorno fronterizo, la ventaja es mayor».