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El presidente de Canarias anuncia un adelanto de la consulta popular sobre prospecciones petrolíferas

El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero (Coalición Canaria), ha anunciado que redoblarán los esfuerzos para adelantar la consulta popular con el fin de que sean los ciudadanos del archipiélago los que se expresen respecto a si quieren o no que se lleven a cabo prospecciones petrolíferas en aguas cercanas al archipiélago.

Así lo ha expresado Rivero en una rueda de prensa que se ha celebrado tras un consejo extraordinario en la isla de Lanzarote, una semana después de que el Ministerio español de Industria, Energía y Turismo diera el visto bueno a Repsol para que lleve a cabo los sondeos exploratorios de hidrocarburos en aguas cercanas al archipiélago canario.

«Ante este desprecio del Gobierno de España, del Ministerio de Industria, sobre la opinión de los ciudadanos que vivimos en Canarias, el Gobierno de Canarias redobla su compromiso de que el pueblo canario tiene que tener la oportunidad de expresarse ante una consulta. La respuesta que le damos es que vamos a adelantar todos los procesos administrativos para hacer posible la consulta lo antes posibles sobre las prospecciones», ha explicado Rivero.

Actualmente los trámites normativos enmarcados en la Ley de Participación Ciudadana, en concreto en su artículo 20, para poder hacer realidad la consulta, ya cuentan con un decreto publicado, mientras que hay un segundo decreto que está en informe consultivo, para lo que agosto es inhábil, por lo que espera que se reanude la actividad y se pueda tener «aprobado, a lo más tardar, los primeros días de octubre» para desarrollar la estructura que permita la consulta.

Rivero ha reiterado en varias ocasiones que además de instituciones del archipiélago, la ciudadanía de las islas se ha mostrado «en contra del petróleo» al considerar esta actividad «incompatible» con el turismo, especialmente en Lanzarote y Fuerteventura, donde más del 50% de su Producto Interior Bruto (PIB) «depende de esta actividad económica», así como por el hecho de que «el 100% del agua que se consume es desalada del mar», de ahí que cualquier incidente «puede arruinar la misma vida de las islas. No estamos caprichosamente en contra de la actividad petrolera. Este tipo de actividad, que es de riesgo, es absolutamente incompatible con la sostenibilidad».