La marcha, habitual el día grande de Aste Nagusia, ha partido de la plaza Elíptica con una enorme ikurriña que portaban representantes de las comparsas festivas abriendo el camino. Por detrás, una pancarta con el lema de la movilización, «Geurea ikurriña», y cientos de personas que no han parado de corear proclamas en favor de la enseña nacional vasca.
La manifestación ha concluido en las escalinatas del Ayuntamiento, donde tras la actuación de una bertsolari y un grupo de dantzaris, se ha procedido a lanzar un mensaje de solidaridad con el pueblo palestino.
Posteriormente, una representante de los convocantes ha tomado la palabra para recordar que la ikurriña, que se izó por vez primera hace 120 años, «se ha convertido en símbolo de identificación y unión de vascas y vascos a lo largo y ancho de este mundo», y que del mismo modo «ha representado el ansia de democracia y libertad que se ha trasladado de generación en generación».