Las 21 etapas del Tour serán desgranadas por el director de la prueba, Christian Prudhomme, pero como es habitual, ya existen numerosas filtraciones que no suelen andar muy descaminadas del resultado final.

Más allá de los rumores, se sabe ya que el Tour de 2015 comenzará en Utrech (Holanda) con una crono de 14 kilómetros que designará el primer maillot amarillo.

Dos etapas más en Holanda y otra en Bélgica, con final en el muro de Huy –que tomará prestado a la Flecha-Valona– llevarán la prueba hasta la frontera gala.

Según las filtraciones, los adoquines de la zona de Cambrai volverán a poner picante a los primeros compases del Tour. En la pasada edición, pavés mandó a casa antes de lo previsto a uno de los favoritos, el británico Chris Froome.

La primera semana contará también con la dificultad del muro de Bretaña, inédito hasta 2011, cuando se impuso el australiano Cadel Evans.

El pelotón se trasladará el 13 de julio a Pau, a la falda pirenaica, donde tendrá su primera jornada de descanso antes de afrontar tres etapas montañosas. En La Pierre Saint-Martin la meta estará situada al final de una pendiente de 25 kilómetros con rampas al 11% de desnivel.

La segunda jornada se subirá el Tourmalet, aunque el final no será en alto y en la tercera los organizadores rinden homenaje al fallecido Fabio Casartelli 20 años después de su muerte en el Portet-d'Aspet.

Tras los Pirineos, el pelotón pondrá rumbo al macizo central, con llegadas a Revel y Rodez, prolegómenos del inicio de la vertiente alpina.

Tras una jornada de reposo en Gap, la ronda gala subirá a Pra Loup, cuarenta años después de que en sus rampas el belga Eddy Merckx cediera el maillot amarillo al francés Bernard Thevenet para no volverlo a vestir nunca más.

Otra llegada a Modane dejará la ronda lista para la sentencia definitiva, las 21 curvas del Alpe d'Huez, que puede tener como aperitivo el ascenso al Galibier.

Sin embargo, otros rumores apuntan a que la víspera de la llegada a los Campos Elíseos los ciclistas afrontarán una contrarreloj larga en Dijon, camino de París.

De confirmarse las filtraciones, el Tour apuesta de nuevo por primar la montaña a la contrarreloj, lo que hace más imprevisible el desarrollo de la carrera, según los organizadores.