El ciudadano nigeriano aterrizó sobre las 17.00 del sábado en Barajas procedente de Estambul, con la compañía Turkish Airlines, y comenzó a sufrir temblores e incluso convulsiones, hasta que se desplomó en la zona de la aduana de la terminal 1.
Los facultativos del aeropuerto acudieron al lugar y, debido a los síntomas que presentaba, decidieron alertar a Sanidad Exterior ante la posibilidad de que se tratase de un caso de ébola.
Hasta que llegaron los facultativos, el pasajero permaneció todo el tiempo en el lugar en el que se desplomó, sin ser atendido.
Cuando llegaron atendieron al hombre y descartaron que pudiera tener ébola, por lo que se decidió su traslado a un hospital, pero no dio tiempo y falleció en el aeropuerto sobre las siete de la tarde.
Luego se determinó que el fallecimiento se debió a que el hombre había ingerido bolas de cocaína y que al menos una de ella se rompió y le causó la muerte, según fuentes aeroportuarias citadas por Efe.