Previendo la decisión de la cúpula de la Fiscalía de dar apoyo a la querella contra el 9N, el portavoz del Govern, Francesc Homs, ya ha señalado esta mañana que la acción judicial contra el president, Artur Mas, y otros miembros del Govern «no tiene sentido jurídico ni legal». Homs ha añadido que tienen «muy clara» la línea de defensa y ha considerado que el Estado español está muy cerca de hacer un «ridículo internacional extraordinario».

Por la tarde, y con la decisión de la Fiscalía encima de la mesa, los partidos soberanistas han rechazado por unanimidad la querella contra el 9N. Lo ha hecho hasta el líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, que ha tachado la decisión de los fiscales de «error monumental». También desde el Congreso de los Diputados, el portavoz de ERC, Alfred Bosch, ha calificado la querella de «gesticulación», añadiendo que no afectará «para nada» al proceso catalán, que sigue «con toda la fuerza». «Se equivocan si piensan que el proceso soberanista catalán se interrumpe a fuerza de querellas», ha apuntado.

La portavoz de ICV-EUiA, Dolors Camats, ha considerado que la querella es una nueva muestra de «persecución política contra el derecho a decidir. Camats ha señalado que lo que hace Rajoy es «esconderse y no poder ni querer enfrentarse a un problema que básicamente es político». Asimismo, ha añadido que su formación presentará un escrito ante la Fiscalía para declararse como coautora del 9N y autoinculparse.

Por su parte, el diputado de la CUP Quim Arrufat ha señalado que la querella «certifica la función de la Fiscalía como órgano puramente político que acata las órdenes políticas que le vienen de arriba». Arrufat también ha criticado que lo que hace la Fiscalía es personalizar el proceso catalán en la figura de Mas. «Ellos sabrán por qué. Si le dan vueltas, podrán concluir escenarios posibles», ha añadido Arrufat, en referencia a la preferencia del Estado de tener a Mas al mando del proceso catalán.

Hasta el portavoz de Ciutadans, Matías Alonso, ha criticado la querella, aunque por razones diametralmente opuestas. Matías ha considerado que la decisión de la Fiscalía «llega tarde y no aporta ninguna solución, porque el mal ya está hecho». En su opinión, Rajoy ha perdido «toda su credibilidad» por permitir el 9N.