Las Juntas Generales de Gipuzkoa han aprobado por unanimidad la primera norma foral de igualdad de la CAV, que incorpora algunas modificaciones respecto al texto original del Gobierno de Bildu ya que recoge un compromiso presupuestario y elimina las alusiones a los alardes. El nuevo texto se entiende como «una herramienta jurídica para avanzar hacia una sociedad más igualitaria».

La portavoz de la Diputación, Larraitz Ugarte, ha defendido que se da un «paso histórico».

Ugarte ha recordado que el texto aprobado por unanimidad contempla la creación de «un órgano para la igualdad, que tendrá rango de dirección general y se encargará de supervisar que no se discrimine a las mujeres en ningún contrato, subvención, política pública u oferta de empleo» promovida por la Diputación de Gipuzkoa.

Asimismo, se establecerán mecanismos de control y supervisión sobre todas las decisiones de la institución foral creando «Unidades de Igualdad» en cada uno de los departamentos con el fin de garantizar que no se adopte ninguna decisión que promueva situaciones de discriminación.

La propia norma foral establece que se constituirá una comisión de seguimiento y evaluación, formado en un 50% por representantes del movimiento feminista y asociativo, que elaborará un informe cada cinco años.

La portavoz del PNV Arantza Rojo ha destacado la «lealtad» con la que ha actuado su grupo, que ha presentado 89 enmiendas para hacer «más garantista y exacto» el texto aprobado.

La procuradora del PSE Maite Cruzado, por su parte, se ha congratulado de que el texto recoja el «compromiso presupuestario» demandado por su grupo. Con él, la Diputación se compromete en el plazo de seis años a destinar el 1% de sus presupuestos a impulsar estas políticas.

La representante del PP María Asunción Guerra ha opinado que ha existido «cierta precipitación» en la tramitación del proyecto pese a lo cual ha asegurado que la aprobación de la norma supone un «logro de todos» con el que se da un paso más hacia la igualdad.

Desde Bildu, Idoia Ormazabal ha subrayado que este «acuerdo histórico» tiene un punto «gris» por la falta de acuerdo respecto a los alardes de Irun y Hondarribia.

El proyecto de norma que presentó Bildu aludía a estas celebraciones al reiterar la obligación de eliminar el apoyo institucional a los modelos excluyentes de ocio y celebración que «entrañen cualquier tipo de discriminación». Este punto ha sido eliminado por el rechazo del resto de grupos.