Coincidiendo con la entrega, una veintena de personas ha participado en una concentración con el lema «AHTren erokeria gelditu».
En el documento de alegaciones se expone el «rechazo a la destrucción del territorio que conlleva la construcción de este proyecto: la vega de Martutene en Donostia, Zamalbide en Errenteria, Ugaldetxo-Arragua en Oiartzun y Gaintxurizketa en Lezo son los entornos más castigados».
También se expresa «el fuerte desacuerdo social e institucional que suscitan las infraestructuras asociadas a este proyecto, como son la construcción de una plataforma intermodal de mercancías en Lezo-Gaintxurizketa y el Superpuerto de Jaizkibel», si bien este último está actualmente guardado en el cajón.
En las alegaciones se subraya «la falta de justificación del proyecto, puesto que el estudio informativo revela la capacidad de la red ferroviaria convencional, una vez adaptada al ancho europeo con la colocación del tercer carril, de canalizar los tráficos sin necesidad de ejecutar una nueva infraestructura». A ello se suma un presupuesto de 440 millones de euros solo para este tramo.