En su informe, el comité comienza recordando el informe de octubre de 2013, en el que expuso su preocupación en torno a la implicación económica del Gobierno español; al reparto del presupuesto para que los gastos de comunicación, sueldos o administración no afectaran negativamente al programa; y a la dimensión europea de este, para evitar que el año se convirtiera en una celebración exclusiva de la cultura vasca.

El pasado marzo tuvo lugar un nuevo encuentro, esta vez en Bruselas, donde una delegación de Donostia 2016 informó de los avances realizados. Tras esta cita, el comité ha dado a conocer su evaluación, que arranca subrayando que «el viaje, desde la elección, ha sido difícil para Donostia-San Sebastián», por lo que se siente «reconfortado por el progreso» del equipo y los «felicita por el trabajo realizado».

En lo referente al «gobierno y estructura» el comité europeo se declara «tranquilo» ante las próximas elecciones, ya que cree que «su resultado no afectará a la aplicación del programa porque todas las partes se han comprometido a ofrecer su pleno apoyo».

El comité «alaba el uso de cuatro idiomas en la estrategia de comunicación del proyecto así como el uso de entrevistas en vídeo con directores anteriores. Se tiene la impresión de que es una buena estrategia para superar una imagen mediática algo negativa y también se vincula con el tema de la reconciliación».

Financiación del Gobierno español

Uno de los principales escollos es la financiación que el Gobierno de Madrid comprometió en su día, que de los 11 millones previstos ya ha bajado a 4,2 millones. El comité «expresa su preocupación porque aún no se ha garantizado» el dinero y considera que «puede resultar muy problemática» su decisión de «financiar únicamente algunos proyectos concretos» una decisión que «no tiene precedentes y podría considerarse una mala práctica».

El comité muestra asimismo «una ligera inquietud» por la falta de contratos firmados con patrocinadores privados, por lo que recomienda a Donostia 2016 que «centre sus solicitudes de patrocinio en financiar el legado porque, a estas alturas, quizá sea demasiado tarde para garantizar fondos para el año de la capitalidad».

«En cuanto al programa, el comité se alegra de observar que hay una dimensión europea más clara y una mayor participación ciudadana. Dicho esto, la colaboración transfronteriza aún está a un nivel de intención y no de ejecución», prosigue el informe, que tilda de «preocupante» que un «número elevado de proyectos aún está en fase de definición (75%) frente a la fase de producción». Por ello, recomienda a Donostia 2016 quese marque como objetivo que los proyectos «se acuerden y estén listos para mayo o junio de 2015».

Celebración con un pintxo especial

El director general de Donostia 2016, Pablo Berástegui, ha indicado que «estamos muy contentos de que Europa haya valorado correctamente y positivamente nuestro proyecto y de que las expectativas que se generaron en la reunión de Bruselas se hayan materializado en un informe positivo para que nos concedan el premio Melina Mercouri».

Por su parte, el director cultural del proyecto, Xabier Paya, ha añadido que «el informe es muy positivo, y así nos lo han hecho saber desde la propia Comisión Europea. El documento alude a los avances realizados en los apartados de dimensión europea y la ciudad y la ciudadanía y, en suma, aunque haya ciertas dificultades, el informe concluye que estamos avanzando por el camino correcto».

Con motivo de este informe, Donostia 2016  ha organizado un evento de celebración el viernes, 8 de mayo, en su local e la calle Urbieta, antigua sede de los Bomberos. El acto incluirá la presentación del pintxo Melina Mercouri, elaborado por Pedro Subijana, una «especie de reinterpretación de la gilda donostiarra» que se compartirá con las y los hosteleros de la ciudad para que puedan ofrecer en sus barras este producto creado específicamente para celebrar la Capitalidad Europea de la Cultura.