Araiz ha destacado, como hicieron en su momento los portavoces de I-E y Podemos tras reunirse con Geroa Bai, que existe un alto grado de sintonía en la necesidad de que Nafarroa cuente con un Gobierno de cambio y también en la percepción de que es preciso acordar inicialmente un las bases programáticas de este Ejecutivo. «Queremos que sea un Gobierno fuerte, sostenido por una mayoría parlamentaria y basado en un acuerdo sólido. No queremos que sea solo para cuatro años, sino que establezca un rumbo», ha añadido.

Asimismo, Araiz ha mostrado la disposición a formar parte de un Gobierno de coalición, al considerar que es la mejor fórmula para dar estabilidad al Ejecutivo, aunque ha insistido en que la prioridad es el acuerdo programático.

Araiz ha destacado que el acuerdo por el cambio tiene el apoyo de 26 parlamentarios, puesto que «no tenemos ninguna esperanza ni interés en el PSN. Su mejor aportación al cambio la debe hacer desde la oposición. El cambio en Navarra no depende del PSN». Además, ha recordado que Ferraz ha prohibido al PSN hablar con EH Bildu.

Uxue Barkos se ha mostrado menos categórica a la hora de descartar al PSN. Ha subrayado que el compromiso del cambio está respaldado por 26 escaños (Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E), pero no descarta ampliarlo a 33 con la suma del PSN al acuerdo. «Está en manos del PSN incorporarse o no. Pero ahora solo son responsables de su propia posición y de la respuesta que den a su militancia», ha señalado.

Barkos ha destacado que a partir de mediados de la semana que viene las negocaciones se centrarán en la síntesis programática del nuevo Gobierno, priorizando cuestiones sociales como educación, sanidad, pobreza o atención a la dependencia.

Asimismo, se ha mostrado satisfecha de la marcha de las negociaciones, aunque no ha querido fijar una fecha para que el acuerdo de Gobierno sea una realidad. «Cuanto antes mejor, pero tenemos que conjugar la rapidez y el buen trabajo. El trabajo va bien. Hemos empezado rápido, pero sin precipitaciones», ha destacado.