«A pesar de haber sido apoyado en elecciones, ese apoyo no lo comparten todos. Por eso pongo mi renuncia a disposición de los dirigentes del mundo. Tomo esta decisión de renunciar para limpiar la imagen de la FIFA. La FIFA necesita una profunda reestructuración», ha asegurado Blatter.
Blatter fue reelegido presidente el pasado viernes, 29 de mayo, dos días después de la detención de siete altos cargos de la FIFA en Suiza a petición de la Justicia de Estados Unidos, que solicitó su extradición para juzgarlos por presunta corrupción.
El todavía presidente de la FIFA ha asegurado que seguirá en el cargo hasta que se celebre nuevo congreso, que todavía no tiene fecha, y en el que se decidirá el nombre del nuevo mandatario de la institución internacional.
«Aunque los miembros de la FIFA me reeligieron presidente, parece ser que este lunes no fui apoyado por todo el mundo del fútbol, aquellos que inspiran la vida en el fútbol como hacemos en FIFA. Esto es por lo que convocaré un congreso extraordinario y pondré a disposición mi cargo, que va a ser cubierto lo más rápido posible y un nuevo presidente será elegido para sucederme», ha afirmado.
También ha indicado que «aprecia y adora» la FIFA más que «otra cosa» y ha explicado que ha tomado esta decisión porque quiere «hacer lo mejor» para el organismo del que acaba de dimitir.