Sin fecha para terminar el trabajo, aunque ya todos dan por hecho que la investidura será después de sanfermines, los portavoces de los cuatro partidos han coincidido en consecutivas comparecencias ante los medios en subrayar los avances conseguidos.

Al respecto, la candidata a presidir el Gobierno de Nafarroa, Uxue Barkos, ha asegurado que el proceso transcurre de forma «positiva». Se «ha terminado ya el bloque de acuerdos» y ahora llega el tiempo de «establecer un mecanismo de gestión de los desacuerdos», porque estos son «profundos» aunque la materia ya pactada es «más que extensa» y «con capacidad de trabajar en pos del cambio que venimos propugnando».

«Es la manera en que hay que trabajar. Este va a ser un gobierno de acuerdos pero entre cuatro formaciones políticas, tres de ellas además coaliciones, con lo que la dificultad formal puede ser mucha salvo si llegamos a un acuerdo en el que también gestionemos los desacuerdos» de manera «razonable», ha comentado Barkos.

Sin descartar otras fórmulas, la candidata ha apuntado que una forma de dirimir estas diferencias puede ser llevando las mismas al Parlamento de Nafarroa para que este se pronuncie, si bien e todo caso ha destacado que lo importante «es poner sobre el papel» estos asuntos «con lealtad, convicción desde los principios propios y la búsqueda del interés general».

Para Barkos esto es «como cualquier contrato», en este caso entre cuatro formaciones pero también hacia la sociedad, y por ello ha valorado que el programa ofrezca «una amplísima materia de actuación en términos de acuerdo, que va a permitir trabajar con mucha tranquilidad y mucha operatividad, aunque lógicamente las materias de desacuerdo, que no paralizan la acción, habrán de ser consensuadas en cómo se trabajan».

«Esto es garantía de estabilidad para el Gobierno», ha indicado, y preguntada por las materias en las que los cuatro negociadores mantienen diferentes posturas, Barkos ha afirmado que «no son entorno al proyecto sino a la manera de gestionar algunos puntos», como en el ámbito de las infraestructuras el proyecto del TAV.

Ha advertido también de que en Geroa Bai va a ser «enormemente cautelosos» con la «necesidad de contemplar una previsión realista» desde el punto de vista financiero y con la «seguridad jurídica» de las decisiones.

Y en este último punto ha indicado que en este momento las hay «que puestas encima de la mesa son claramente recurribles», por lo que ha calificado de «innecesario» el riesgo, al tiempo que en su coalición, ha dicho, «no nos perdonaríamos llevar la frustración a la sociedad».

En este sentido, el portavoz de EH Bildu, Adolfo Araiz, ha precisado que el «acuerdo de gobierno es un tema importante y que puede ser extenso, porque habrá que configurar qué margen de maniobra va a tener cada fuerza política esté o no en el Gobierno».

Podemos quiere además, según ha comentado Laura Pérez, «establecer un orden de prioridades de los distintos acuerdos» para «ajustar» a este la materialización de los mismos y contar con «un criterio para la interpretación de los acuerdos», todo ello antes de abordar «cómo se estructura el futuro Gobierno y con qué perfiles consensuados».

Por último el portavoz de I-E, José Miguel Nuin, ha considerado que «se está trabajando bien, con intensidad, a buen ritmo y con voluntad clara de todas las partes de alcanzar el acuerdo» programático, por lo que ha confiado en que se logre «rápido».