El Estado francés, que hace una semana denunció las escuchas de EEUU a su Gobierno, también interviene las comunicaciones entre Europa y el resto del mundo que pasa a través de los cables submarinos, según ha publicado el semanario francés L'Observateur, apuntando al testimonio anónimo de varios funcionarios del servicio de inteligencia. Cabe destacar que pese a denunciar las escuchas, el Ejecuivo de Hollande trató de restar importancia a los hechos.

La publicación apunta que a principios de 2008, el presidente Nicolas Sarkozy autorizó a los servicios secretos de la Dirección General de Seguridad Exterior (DGSE) para instalar estaciones de escucha en la costa francesa a través de los cables submarinos. Su sucesor Francois Hollande habría legalizado «de forma discreta» dicha medida a través de la nueva Ley de Inteligencia, aprobado el 24 de junio.

El plan supondría unos 700 millones de euros entre 2008 y 2013, en los que se puso en marcha la interceptación de la llegada de los cables al Estado francés, particularmente en Marsella, Penmarch (Bretaña) y Saint-Valery-en-Caux.

Las obras habrían contado con la complicidad de las grandes empresas francesas de telecomunicaciones. «Al menos cinco cables principales estaban intervenidos durante este período con la ayuda de la operadora Orange y el grupo Alcatel-Lucent», entre otros. También estaría al corriente el servicio de inteligencia británico tras el tratado de defensa firmado en 2010 por Nicolas Sarkozy y David Cameron.