El primer artefacto estalló a las 19.00 hora local (14.00 hora de Euskal Herria) y el segundo lo hizo 15 minutos más tarde, han relatado a Efe testigos presenciales en el lugar de los estallidos, en el área de Ratchaprasong, jalonada de hoteles de lujo y complejos comerciales.

Uno de los artefactos se encontraba al parecer escondido en una motocicleta estacionada junto al cercano templo de Erawan, de credo hindú pero al que también acuden budistas y cuya visita figura en los recorridos turísticos de los visitantes extranjeros en la capital tailandesa.

Las primeras imágenes de la matanza las ofrecieron usuarios de Twitter, que colgaron en la red social fotografías en que se veían cuerpos tirados en la calzada, llamaradas junto a motocicletas calcinadas y transeúntes corriendo para huir de la zona.

Medios locales que citaron fuentes de la administración cifraron ya entrada la noche en 27 los muertos y en al menos 80 los heridos, si bien la Policía ha rebajado hasta 16 el número de víctimas mortales. Cerca de la medianoche nadie había reivindicado los ataques.

Los autores del atentado «han intentado matar y destruir la economía y el turismo», ha apuntado el viceprimer ministro y titular de Defensa, general Prawit Wongsuwan.