En un comunicado, el Ministerio egipcio de Interior ha asegurado que una patrulla conjunta de la Policía y el Ejército estaba persiguiendo a «elementos terroristas» en la región del desierto occidental, a la que está prohibido acceder.
El Ministerio no ha especificado cuántos ciudadanos mexicanos se encuentran entre las víctimas mortales.
En la nota, Interior asegura que ha iniciado una investigación acerca de lo sucedido y sobre la presencia de las víctimas en una zona restringida.
En esa región de Egipto se realizan viajes turísticos para visitar los oasis, aunque en los últimos años se ha limitado este itinerario por motivos de seguridad.
La cercanía con la frontera de Libia ha facilitado el tráfico de armas y las autoridades egipcias no han conseguido controlar este territorio desértico, donde se han registrado ataques contra las fuerzas de seguridad.
En julio de 2014, al menos 21 soldados murieron por un ataque de hombres armados en la zona de Wadi al Yedid, cerca del oasis de Farafra, en el desierto occidental.
Por otra parte, el grupo yihadista Wilayat Siná (Provincia del Sinaí) reivindicó el pasado mes de diciembre la muerte de un ciudadano estadounidense, trabajador de una petrolera, secuestrado en el desierto occidental.
Protesta del Gobierno mexicano
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, ha pedido a las autoridades egipcias que lleven a cabo una «exhaustiva investigación» del incidente.
«México condena estos hechos en contra de nuestros ciudadanos y ha exigido al Gobierno de Egipto una exhaustiva investigación de lo ocurrido», ha asegurado el presidente en un comentario publicado en su cuenta oficial de Twitter.
México condena estos hechos en contra de nuestros ciudadanos y ha exigido al gobierno de Egipto una exhaustiva investigación de lo ocurrido.
— Enrique Peña Nieto (@EPN) September 14, 2015